¿Qué Espera Vila Para Cesar a Michelle Fridman?

La verdad no entiendo a Mauricio Vila. No entiendo su actitud y proceder y solo alcanzo a explicarme su conducta a la luz de la soberbia.

Recientemente un rotativo local dio a conocer que se habían cancelado los contratos que el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Turismo, había celebrado con la empresas Magnos, encargada de publicidad y contratación de artistas participantes en el Festival de la Trova, a celebrarse en fecha próxima.
El motivo de la cancelación fueron los costos desproporcionados y la participación en la empresa de individuos de notoria mala reputación, que hacían presumir la existencia de malos manejos e irregularidades legales en los contratos.
Partiendo de esa base y pensando con sensatez, lo siguiente que habría que investigar es quien fue la persona que recomendó la contratación de semejante empresa; y ahí la respuesta es más que obvia: Michelle Fridman.
En semejante orden de ideas, el gobernador tendría que haber determinado realizar una investigación a fondo para deslindar responsabilidades y haber decretado en consecuencia, el cese fulminante de la titular de turismo, por estar plenamente acreditado que se trata de una empresa de allegados suyos y que en otras entidades se ha visto involucrada en irregularidades semejantes.
No se entiende a ciencia cierta, la razón por la cual Mauricio Vila sostiene contra viento y marea a una funcionaria tan impopular, a alguien que ha sabido granjearse la animadversión no solo del pueblo, sino del empresariado y los medios de comunicación locales, llegando esto al extremo de que quienes se dedican al turismo en la entidad, exijan su relevo.
La única explicación plausible es que Vila vea en ella la gran hacedora de milagros, capaz de catapultar su imagen a nivel nacional, para convertirse en el candidato panista a la presidencia de la república; y en aras de conseguir dicho objetivo, lo tengan sin cuidado la cantidad de tropelías que la música metida a publicista pueda cometer.
El problema es que con esta actitud, que no sabemos a ciencia cierta, si de estupidez o soberbia, Vila pierde de vista el enorme costo político que deberá hacer pagar no sólo a su misma imagen y a su gobierno, sino en último término, al Partido de Acción Nacional en Yucatán, que deberá cargar con las consecuencias y repercusiones de los actos y omisiones del ejecutivo local, que finalmente se traducirán en resultados adversos en las urnas.
El dilema es la afición del gobernador a rodearse de una corte de parásitos y aduladores que todo le aplauden y de una prensa comprada, incapaz de llevarle la contraria y que jamás le dirán que se equivoca rotundamente.
En beneficio no solo de Yucatán, sino de sus propios proyectos y en aras de la legalidad, Mauricio Vila debe cesar inmediatamente a Michelle Fridman, o hacerse a la idea, de que en caso contrario, tarde o temprano, podrán exigírsele responsabilidades legales por semejante omisión.
Ojala haya cerca del gobernador alguien cuerdo, que le haga el favor de llamarlo a capítulo y consiga hacerlo entrar en razón. De lo contrario, ya tendrá bastante tiempo para arrepentirse.
Seguimos pendientes...

Comentarios

  1. Vila es trapalo reptiliano hambiciosos al dinero y ni yucateco es amigos yucatecis nos esta partiendo la madre y los diputados al servicio de la mafia yucateca

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