La lucha de los jubilados: puntos a considerar

La lucha de los jubilados y pensionados del ISSTEY, es un movimiento con amplias simpatías en nuestra sociedad. No hay quien regatee elogios y derechos a quienes han dedicado su vida al servicio público de nuestra entidad. En medio de toda esta actividad, empero, hay detalles que vale la pena detenerse a reflexionar:

1.- Es bola cantada que el gobierno del estado mantendrá su posición de decir que no hay dinero y que sus ingresos y prestaciones están garantizados. María Fritz que no tiene la más mínima capacidad de decidir, mantendrá la patraña oficial, repitiendo que les dieron un apoyo, fruto de los ahorros y economías del austero gobierno vilista y sanseacabó. No esperen otra cosa. Mauricio Vila no se moverá un ápice de esta postura. Parece que no lo conocen como es de necio y de soberbio.
2.- Los jubilados y pensionados deben seguir la vía legal para garantizar sus derechos. El camino es largo, complejo y sinuoso, pero es el más seguro. A corto plazo, es un hecho que no habrán milagros: el gobierno del estado no cederá y al gobierno federal no le interesa resolver el asunto. 

3.- Los jubilados y pensionados no deben prestar oídos a la prensa vendida al oficialismo, que trata de dividirlos, haciéndoles creer que las manos del super relegado federal están metidas en el asunto. Por favor no crean esas patrañas. Huacho no tiene esos alcances. Si los tuviera, no estaría metido en las broncas de la actualidad, sabría la manera de salir de ellas y no sería la figura más odiada y despreciada por la militancia de MORENA en Yucatán. Los allegados de Huacho, que junto a él controlan las instancias federales, son panistas y los panistas no saben operar. Por favor, no caigan en el garlito.

4.- Los jubilados y pensionados deben entender que este tipo de movimientos no triunfan por graciosas concesiones, sino a. base de constancia y de medidas tomadas con valor, ingenio y apoyo social, en una lucha constante y sostenida. Ánimo pues, fuerza, paciencia y a no desanimarse.
5.- Los jubilados y pensionados, obligatoriamente deberán considerar la necesidad de acudir a la capital, a recordarle al presidente de la república sus ofrecimientos y a exigirle que se faje los pantalones y cumpla su obligación de hacer prevalecer el estado de derecho y respetar las garantías de los trabajadores en situación de retiro, a ver si López Obrador es capaz de portarse como hombre de honor y garante de la legalidad.

6.- Los jubilados y pensionados deberán considerar la conveniencia de hacer sinergia con trabajadores despedidos, maestros y otros grupos de afectados por el gobierno de Vila, para poder ejercer una presión más intensa y eficaz en lo social y en lo político.
7.- Para concluir, si yo fuera parte del colectivo de jubilados y pensionados, me cuidaría mucho de no adquirir tintes partidistas, sin desdeñar el apoyo y la solidaridad de ningún instituto político. De tal suerte, tendrían que ser muy cuidadosos con la postura asumida por la senadora Verónica Camino, una priista renegada, arrodillada ante MORENA y López Obrador, ansiosa de sacar raja política para llevar sgua a su molino, pues algunos la manejan como aspirante a la gubernatura y que no se caracteriza por su generosidad, ni su valor. Pregunten si no me creen, a los trabajadores despedidos, si los apoyó manifestándose públicamente a su favor, cuestionando al ejecutivo, o aportando un céntimo. Cuidado con los oportunistas como Verónica Camino, ansiosos de colgarse medallitas que no se merecen.

Insistimos: los jubilados y pensionados cuentan con una abrumadora simpatía social y si saben mover sus fichas con creatividad, sentido común y prudencia, se encontrarán tarde o temprano con la victoria. Ánimo y a no desfallecer en el combate. No están solos.
Seguimos pendientes...