La piedra en el zapato

Seré breve: en política las oportunidades que se pierden o dejan pasar, no solo no regresan, sino que son aprovechadas por otro, frecuentemente un rival.
Parece ser que esta es una lección que todavia no se aprende Cecilia Patrón, pero que al parecer Josué Camargo, si tiene muy clara.
En efecto, enfocada y concentrada al cien por ciento en su campaña... para promover su informe de actividades legislativas, la diputada federal y presidenta del comité municipal del blanquiazul en nuestra ciudad, ha dejado de cumplir compromisos adquiridos con la militancia. Lo señalamos antes y no se nos escuchó: hicimos notar que varios subcomités se quejaban por el incumplimiento de parte de la dirigente del panismo meridano, en cuanto dotarlos de mobiliario (sillas y mesas) que requieren para sesionar con mayor comodidad. Cecilia quizá no nos leyó o decidió ignorarnos. El que si es obvio que nos leyó y tomó en cuenta, fue Josué Camargo que puso manos a la obra.
De tal suerte, Camargo publicó ayer por la noche, en su cuenta de Facebook, que había donado sillas y mesas al subcomité de la colonia Ávila Camacho, para apoyar sus actividades.
Lo que no dijo, pero todos entendimos fue que lo hizo, debido al incumplimiento de Cecilia Patrón. Buen golpe y punto para Josué que se encargó de exhibir la inacción y desinterés del organismo municipal panista. Asi es esto.
Nos parece muy sano para el bienestar del panismo meridano que Josué Camargo se convierta para Cecilia en la piedra en el zapato: nos parece excelente que le de marcación personal, que visite, platique, gestione, cuestione, señale, critique, declare, exponga, exhiba. De esta manera, obligará a. Cecilia a trabajar y a esmerarse en su labor.
La duda que nos queda, es si Cecilia será capaz de cumplir su encomienda con el panismo meridano, toda vez que tiene que cumplir los compromisos derivados de su encargo como diputada federal, compromisos que finalmente alcanzan a la ciudadanía, además de los que derivan de su condición de madre, que son a no dudar, los más sagrados e importantes.
El problema que resulta de lo anteriormente planteado, es que el equipo de Cecilia no se caracteriza por su capacidad de gestión, ni por su atingencia. Pero bueno, siempre le quedará a la menor xe los hermanos de la dinastía Patrón Laviada, la posibilidad de la renuncia, cesiendo la estafeta a un presidente de tiempo completo.
Si afirmamos tal cosa, lo hacemos en mérito del conocido amor, que de manera pública y desaforada, ha manifestado Cecilia por los colores e intereses de su partido, que la llevarían a hacerse a un lado, antes que perjudicarlo. Es una bendición para el PAN semejante convicción de desinterés.
Será francamente interesante contemplar los episodios que se avecinan, entre un Josué Camargo, voluntarioso y empecinado como piedra en el zapato y una Cecilia Patrón indispuesta por el malestar que genera, tratando de librarse de ella y echarla fuera. Que los panistas de Mérida sean quienes pronuncien la última palabra.
Seguimos pendientes...


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