Otra Vez Las Luminarias

La decisión conocida ayer del Tribunal de Justicia Electoral y Administrativa del Estado de Yucatán, favoreció al ayuntamiento de Mérida, toda vez que la empresa ABC Leasing buscaba impedir que continuara el cambio de luminarias en nuestra ciudad y ello propició que en la sede del gobierno municipal se echaran las campanas al vuelo según nos informaron. La decisión jurisdiccional echa por tierra uno de los argumentos que de manera recurrente se maneja en la alcaldía, para justificar cualquier determinación desfavorable: los tribunales tienen la consigna de perjudicarnos, para hacer quedar mal al ayuntamiento de Mérida, ante la población. Bien se ve que no es tal el caso. Pero ayer en la sede del ayuntamiento, surgió otro postulado que pronto el gobierno municipal se encargará de difundir: la decisión del tribunal desmiente a nuestros críticos y demuestra que nos asiste la razón. Veamos: Primeramente nunca nos hemos opuesto a tener una ciudad bien iluminada. Anteriormente nos quejamos de que nuestra urbe estaba en semipenumbras. La sustitución de luminarias, lo entendemos, era una necesidad. La figura jurídica del arrendamiento fue algo que nunca nos pareció conveniente y por eso criticamos la aprobación que en su momento brindaron los regidores panistas, sin cuyo voto a favor, esto no habría sido posible. En su momento cuestionamos los motivos de ese voto a favor: si se había dado en el marco de algún acuerdo político (a los que el PAN suele ser muy proclive), si habían convencido a los regidores con argumentos de carácter técnico (pidiendo conocerlos), si los habían sorprendido dada su inexperiencia (solicitando lo aceptaran sinceramente) o si los habían presionado políticamente sus dirigentes partidistas para aceptar (pidiendo lo hicieran público) o si los habían maiceado (sospecha que aún no se descarta por completo). Reiteramos: nunca nos hemos opuesto a la sustitución de lámparas. Creemos que tener una ciudad bien iluminada es una necesidad primordial, tanto para las autoridades, como para la población. El problema fue el procedimiento para hacerlo. Primeramente el modo en que el ayuntamiento de Mérida suspendió el pago de una obligación que legalmente contrajo y los motivos aducidos, será parte fudamental del segundo y más importante asalto que sostendrá con ABC Leasing y el asunto tiene sus bemoles, toda vez que la aprobación del contrato de servicios entre el ayuntamiento de Mérida y la empresa, cubrió todas las formalidades legales y sería un pésimo precedente que la ley permitiese que un instrumento legal se violase o desconociera flagrantemente con esa facilidad, porque sentaría un mal precedente. Recordemos que en materia jurídica, las formalidades revisten importancia y a veces inciden de manera capital, en el fondo de un asunto. Pero lo medular del asunto de las luminarias, al menos para nosotros los ciudadanos, fue el procedimiento acordado para sustituirlaa, que tildamos y seguiremos haciéndolo de poco claro e ilegal. Consideramos que queda de manifiesto que el argumento brindado para proceder no solo al cambio inmediato de lámparas, sino al desconocimiento del contrato con la empresa ABC Leasing y a la adquisición inmediata también de nuevas lámparas utilizado por el alcalde Renán Barrera de que se trataba de una emergencia, pues la ciudad corría el riesgo de quedar a oscuras, por el temor fundado de que ABC Leasing retirase sus luminarias, es un cuento de pescadores (muy a propósito desde que el primer edil estrenó departamento en la playa y lancha), hecho y difundido para engañar incautos y por tanto, carente de credibilidad. Amén de lo anterior, el procedimiento para llevar a cabo la operación tendiente a hacerse de las lámparas indispensables para llevar a cabo la sustitución, es el gran inconveniente y desde nuestro parecer, la gran ilegalidad de esta administración: si anteriormente se convocó a licitación para sustituir 600 lámparas deterioradas o en mal estado, es increible que no se licitara, en aras de la legalidad, la transparencia y la rendición de cuentas tan invocadas por Renán Barrera la adquisición de 72,000 y peor aún, que se decidiera adquirirlas de forma directa, con el propósito evidente de favorecer allegados. Confirman estas sospechas, la integración del organismo encargado de supervisar la adquisición, en el que figuraron personajes ligados por intereses al alcalde y a otros funcionarios municipales o partidistas, que hemos indentificado cabalmente y que por supuesto, brindaron su bendición y su anuencia. Queda pues, pendiente la parte más importante del litigio de las luminarias y habrá que ver que es lo que deciden los tribunales al respecto. La justicia como mujer que es, a veces es veleidosa y decide cosas que se antojan inexplicables. Lo que es un hecho, es que es demasiado pronto para que en el ayuntamiento de Mérida se echen las campanas al vuelo y se festine como definitiva, una victoria que podría ser pírrica solamente. El tiempo nos lo dirá.

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