Los Gastos del Alcalde
Sistemáticamente Renán Barrera y sus corifeos se la han pasado acusando a la administración anterior a la suya, de muchas cosas que a la fecha no han podido probar fehacientemente: desde dejarles quebrado el ayuntamiento debido a un saqueo presupuestal, en que no han sido capaces de calcular el monto total del quebranto, ni de indicar en que área sucedió, para efecto de que si no hubiera sanciones legales, por lo menos existiera censura social, hasta afirmar que el régimen que les antecedió fue una administración pletórica de caprichos, pródiga en gastos suntuarios. De tal suerte, una de las primeras acusaciones que lanzaron Renán y su gente, fue la crítica abierta a los gastos protocolarios y de representación, léase decoración y escenografía para ceremonial y eventos y regalos, comidas y cosas por el estilo.
Pero el gobierno municipal que encabeza Renán Barrera, no canta nada mal las rancheras, es el típico caso del que grita y pide que atrapen al ladrón, mientras se dedica al pillaje más descarado. Esta situación ya ha sido puesta de manifiesto por el coordinador de los regidores priistas, Enrique Alfaro, que denunció un gasto aún no clarificado por la inmaculada administración de Renán Barrera, que alcanza un monto altísimo, más de 64 millones de pesos en lo que se refiere a servicios personales, como son sueldos, compensaciones, dietas y viáticos, que aun no ha sido clarificado, pero independientemente de lo que afirma el coordinador de los ediles priistas y en mérito de que tanto Renán como sus seguidores lloriquean, claman y se rasgan las vestiduras quejándose de la pe3rversidad de los priistas, que todo lo politizan y distorsionan, recurrimos a la página de transparencia del propio ayuntamiento de Mérida y nos dirigimos al renglón correspondiente a víaticos del mes de mayo de 2013 y pudimos revisar una de las cien hojas que se incluyen y precisamente en mérito de ello, pudimos advertir que el alcalde no se priva de nada y dista mucho de ser frugal como un franciscano. Semejantes asertos, se prueban con las siguientes cifras: Comida del alcalde en Nueva York por un monto de nueve mil pesos, chofer para Renán por dos días en el Distrito Federal, por un monto de cinco mil pesos, cosa que prueba que es tan espléndido con sus conductores de vehículos como lo es López Obrador con Nico, propina para maletero en terminal aérea por un monto de 300 pesos y así por el estilo, no cabe duda que Renán es candil de la calle y oscuridad de la casa y cuando viaja, hace gala de una generosidad y una munificencia, que contrasta con la avaricia y la tacañería que exhibe en su tierra. Claro, es fácil ser generoso cuando el dinero no sale de su bolsa y se trata de una serie de gastos que invariablemente se reembolsan al funcionario que documente correctamente sus comprobaciones de gastos. Pero esta situación no se restringe exclusivamente al alcalde, sino que es extensiva a los regidores panistas y de esta manera, podemos mencionar que el regidor Felipe Duarte se ausentó varias veces de la ciudad, viajando por avión y con viáticos con cargo al erario público, por lo que valdría la pena saber que fue a hacer y cual fue la utilidad para los meridanos: por ejemplo, estuvo en Puebla algún tiempo antes de los más recientes comicios celebrados en ese estado y no podemos dejar de pensar que el verdadero motivo de su periplo fue el turismo electoral, la operación política y por ende, la promoción personal en el ámbito partidista. Reiteramos: lo anteriormente mencionado, son solo botones de muestra de gastos realizados en un nrubro que no se ha transparentado y que resulta altísimamente sospechoso, que aquellas agrupaciones seudociudadanas que ponían el grito en el cielo y se rasgaban las vestiduras, exigiendo transparencia y rendición de cuentas y lanzando acusaciones de derroche, hoy callan sospechosamente y no podría ser de otra manera, si nos percatamos que varios de sus integrantes, son hoy empleados del ayuntamiento y por ende, subordinados de Renán Barrera. Tal es el caso de membretes como Sociedad en Movimiento, Inspira, Librepensadores de México, Red de Maestros, Movimiento por el Análisis y la Reflexión, Red Social Contra la Represión y la Difamación, Poder Ciudadano 4 de julio y otras, cuyos integrantes dependen directamente de la nómina municipal. ¿Que independencia y que capacidad para cuestionar tendrían?
Por supuesto, las asociaciones seudociudadanas y los egregios luchadores sociales que antes afanosamente buscaban cámaras y micrófonos para acusar derroche y para quejarse de dispendio e insinuar saqueo, hoy callan vergonzosa e ignominiosamente y en vez de promover la defensa de los intereses de la ciudadanía, se han constituido en gratuitos pero no desinteresados promotores de la presunta candidatura de Renán Barrera a la gubernatura, como si estuviera haciendo un gran gobierno. Lo peor de todo, es que este arranque anticipado del proselitismo y la promoción personales en aras del futurismo polítiico, no se restringe al alcalde, sino que es extensivo a varios de sus colaboradores, que utilizan descaradamente recursos y equipo del municipio para este efecto.
Es completamente decepcionante para quienes hemos pugnado por los buenos usos en materia política, percatarse que el ayuntamiento que encabeza Renán Barrera se empeña en perseguir ilícitos, para poder cometerlos con tranquilidad. Pobre Mérida en manos de semejante administración.
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