¿A Dónde Viajó el Alcalde?

Como si todas las irregularidades e inconsistencias que acontecen en el ayuntamiento de Mérida no fueran bastantes, desde el primero de agosto la agenda del alcalde marcaba puras reuniones privadas. Quienes hemos tenido ocasión de pasar por el servicio público sabemos que esto es un eufemismo diseñado para aparentar y hacer creer a la gente que se está cuando no es así. Se decía que Renán Barrera estaba en la playa, toda vez que se comenta, acaba de estrenar departamento en la playa y lancha, lo mismo que su hermano Jorge, el llamado hermano incómodo. ¡Oh, benditas casualidades! Pero no, en esta ocasión se equivocaron quienes pensaban que el alcalde se encontraba disfrutando las delicias de la playa. Renán Barrera criticó acremente a quien le antecedió en el cargo, cuando anunció que se tomaba unas vacaciones para acudir a Disney en compañía de su hija. Por lo mismo, el alcalde sabía que la crítica lo haría picadillo si se atrevía a dar a conocer su intención de tomar unas vacaciones y peor aún, en el extranjero. Así que decidió ocultarlo y pidió a su área de comunicación que anuncia hasta la hora en que va al baño, que no lo hiciera. Lo ocultó, tal y como hacen aquellos que no son capaces de hablar con la verdad, de mirar de frente. Lo ocultó como procede quien tiene intenciones vergonzantes, como quien sabe que está haciendo algo indebido. Si nuestra ciudad ha sido saqueada como afirma el alcalde, si no hay dinero en las arcas como dice Renán (claro que sabemos que no es cierto), obviamente no era momento de dejar el barco al garete y demostrar irresponsabilidad largándose a disfrutar el sol el mar y la playa... o la ciudad de Nueva York mas bién, como sucedió en realidad. Porque aun cuando Renán haya pretendido pasar inadvertido y hacerse invisible, esto no puede ser, toda vez que es el titular del gobierno de la principal ciudad del sureste de México y no faltó quien lo reconociera. Tampoco tomó en cuenta que en el aeropuerto, los organismos de seguridad tienen personal destacado para tomar razón de quien llega y quien sale. Era imposible que su ausencia no se notara. Pero aún cuando disculpáramos la ausencia del alcalde, justificando la necesidad de tomarse unos días para paliar la enorme presión que conllevan las responsabilidades de la presidencia municipal, cabe en aras de la transparencia, la legalidad y la rendición de cuentas, de las que Renán se manifiesta muy devoto, aclarar si este viaje fue sufragado a costillas del erario municipal o si su costo salió de los bolsillos del alcalde. Quisiéramos los ciudadanos saber quien pagó los boletos de avión del alcalde, su hospedaje, su alimentación y los de algún acompañante, si acaso no hizo el periplo solo, si compraron algo y cuanto costó. Léase si le costó a Mérida o no. Sabemos que Renán no se caracteriza por ser espléndido, ni generoso. Nos queda claro que el viaje no fue para asuntos oficiales, toda vez que no fue boletinado por el área de comunicación social. Lo que levanta cualquier cantidad de sospechas es el afán de ocultarlo y es lo que nos lleva a suponer, que Renán Barrera pretendería que los habitantes de esta ciudad pagáramos sus viajes de turismo, cosa completamente inaceptable por supuesto, además de ilegal. Invitamos al alcalde a dar a conocer todos los pormenores de su viaje y para tranquilidad de la ciudadanía, a presentar un informe de gastos desglosados. No pediríamos nada de esto, si hubiéramos sabido que el alcalde se tomó unos días de asueto y que los costeó de su peculio, pero nos obliga a malpensar el modo lateral y solapado de su proceder. La mula no era arisca... Renán Barrera debe aclarar los motivos de su viaje y transparentar los gastos o pensaremos que nos quiere ver la cara, cosa que no le permitiremos. Aguardamos con ansia su retorno...

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