Vividores de la Cudadania

unoentremuchospanistas@gmail.com
Más allá del indudable conflicto de intereses que indiscutiblemente planteó la construcción del distribuidor vial en la Glorieta de Prolongación de Paseo de Montejo, es un hecho que las diferencias prevalecientes por las partes fueron aprovechadas por algunos actores políticos para tratar de capitalizarlas a su favor.
No entraremos en el análisis de los penosos acontecimientos suscitados el 4 de julio, toda vez que más allá de razones morales o jurídicas, la violencia es una vía reprobable para dirimir los conflictos, venga de quien venga y su surgimiento revela incapacidad para el diálogo fructífero y falta de oficio político.
Pero tampoco podemos dejar de observar que en el curso de los sucesos, jugaron un papel preponderante, el entonces diputado y hoy alcalde de Mérida, Renán Barrera y algunos integrantes de grupos sociales que con su intransigencia, contribuyeron a tensar los ánimos, en aras de provocar y de aprovechar las consecuencias, tomando lo acontecido como bandera política.
Las autoridades municipales de entonces, cayeron en el garlito de entrar en una guerra de declaraciones y de esta manera, fue más sencillo responsabilizarlas de todo. El partido que representaban pagó las consecuencias en las urnas de la victimización que aludieron haber protagonizado los participantes en los hechos, que supieron inclinar a su favor la indignación y la solidaridad de la mayor parte de los meridanos.
El 4 de julio Renan Barrera estuvo muy activo, azuzando y caldeando las pasiones, argumentando haber respondido a solicitudes de apoyo dada su calidad de diputado, como si su teléfono fuera público y cualquier ciudadano pudiera ya no solo marcar, sino también obtener respuesta y la presencia inmediata de un legislador. Como si esto fuera muy fácil.
También es claro, transcurrido el tiempo, que muchas agrupaciones metieron baza, en la expectativa de utilizar la coyuntura a su favor. Así, quienes en su momento afirmaron representar los intereses y la voz de la ciudadanía, no hicieron sino subir mediáticamente el tono, mostrar una actitud desafiante y con tal de lograr sus objetivos, consiguieron convencer a innumerables ciudadanos de buena fe, de la bondad de sus intenciones. Por supuesto, cuando estalló la violencia, fueron los primeros en acusar, en gemir plañideramente y en mantener viva la ira ciudadana, para tornarla en un fenómeno electoral favorable. Así, estos grupos empezaron a conmemorar de manera francamente grotesca, los “aniversarios” del zipizape: una semana, quince días, un mes, tres meses y de ahí en adelante.
El aprovechamiento de la molestia ciudadana y arrogarse la etiqueta de defensor de la ciudadanía le redituaron a Renán Barrera la alcaldía y toda vez lograda, pagó el apoyo recibido de los “luchadores sociales”, otorgándoles posiciones en el cabildo, diversos cargos directivos en el organigrama municipal, haciendo de algunos de ellos sus asesores y en general, brindando diversos apoyos, ya sea más abiertos o disimulados a esos personajes.
Los integrantes de esos grupos, han evidenciado que lo último que les interesa es la ciudadanía y se han constituido en una camarilla que aplaude y apoya a ultranza las inconsecuencias del munícipe, haciendo caso omiso del perjuicio que posteriormente se pudiera ocasionar al patrimonio de la ciudad y a sus habitantes.
Estos vividores del erario, se han apresurado a “conmemorar otro aniversario” del 4 de julio, utilizando para ello la buena fe de muchos y fondos de dudoso origen, con los que se han pagado gasolina, teléfonos celulares y volantes, repartidos en distintos rumbos de nuestra urbe.
Es preciso alertar a la ciudadanía y apuntarle que con solo observar los nombres que figuran en cabildo y en diversos sitios de la nómina municipal, es posible reconocer e identificar a aquellos seudolideres ciudadanos y apartidistas y lo que han recibido a cambio de sus servicios, lo que los deslegitima ante la sociedad.
No nos constituyamos en reos de gente sin escrúpulos, que le apuesta a la división y a la confrontación y a la que los intereses de Mérida y sus habitantes, son lo que menos le importa. Son los mismos de siempre y todos sabemos quiénes son.
Estos vividores impulsan desde ahora la figura de Renán Barrera como posible candidato a gobernador. De nosotros depende que no se salgan con la suya.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Origen de Mario Millet

LAS TRANSAS DE CHANGOLEÓN

Los Trapos Sucios del INCAY