Tenemos Razón

La infiltración de organizaciones supuestamente de gente de la sociedad civil por esquiroles de los partidos políticos, es una realidad. Anteriormente lo habíamos denunciado, tal y como identificamos a los mercenarios que se adjudicaban la etiqueta de ciudadadanos apartidistas, ubicándolos en el cabildo meridano y en diversos cargos de la nómina municipal. Renán Barrera, uno de los agentes instigadores de la provocación y responsable de los acontecimientos del 4 de julio al auspiciar la violencia, se ha rodeado de ellos, formando una especie de guardia pretoriana, con el ánimo de aparentar ser muy cercano a las aspiraciones de la sociedad civil. Pero nosotros lo hemos desenmascarado, advirtiendo a los meridanos la clase de farsantes que giran en su derredor. Las descalificaciones no han tardado en surgir y la conducta facciosa asumida de bloquearnos en sus redes sociales y negarnos el derecho de expresarnos en los foros en los que interactúan, indican que hemos pegado el golpe de lleno y han acusado los efectos, por eso intentan darnos una suerte de muerte civil, en su soberbia, que los lleva a considerarse poseedores absolutos de la verdad. Una muestra más de que nuestras denuncias han hallado tierra fértil, es la caricatura publicada en Diario de Yucatán por Tony, donde con el humor corrosivo que le es peculiar, sentencia que algunas agrupaciones incrustadas en la nómina, lastiman más que Calín el 4 de julio y es que algunas de estas agrupaciones, en su afán de notoriedad y en aras de su voracidad desmedida, han presionado hasta figurar en los boletines emitidos por la jefatura de prensa del ayuntamiento, realizando eventos de mejora continua, pero de sus bolsillos. Urge que los meridanos abran los ojos y se percaten que son gobernados por un alcalde cuya ambición se encuentra desbocada y en vez de hacer la atención a los problemas de sus conciudadanos su prioridad, esta pensando anticipadamente en la aún muy lejana contienda a gobernador, que se rodea de un atajo de oportunistas, que han hecho su modus vivendi de la bandera de la participación ciudadana. La caricatura de Tony demuestra que no hemos arado en el mar, que tenemos razón y vamos por el camino correcto. La historia lo demostrará