El 4 de julio: La Ruta del Hueso

Los acontecimientos del 4 de julio fueron indudablemente auspiciados por Renán Barrera y otros personajes que hoy día figuran en la administración municipal y aprovechados, siguiendo la fórmula prescrita por Aquiles Morán, el sempiterno lider de Antorcha Campesina, aquella organización de invasores de terrenos, que afirma que a las masas primero hay que agitarlas, antes de usarlas. Lamentablemente la administración municipal entonces en turno, adoleció de una evidente falta de oficio político y cayó en el garlito. A partir de estos acontecimientos, inioió la ruta del hueso de algunos oportunistas, vividores de la política y la ciudadanía, que han sido evidentemente identificados y que en la actualidad, podemos encontrar medrando en la nómina municipal. Sería prolijo mencionarlos a todos, de suerte tal, que solo mencionaremos algunos a guisa de ejemplo. La ruta del hueso tiene como principal usufructuario a José Luis Sierra Villarreal, que se cree el guru en jefe y el máximo operador político del movimiento de marras. Chaquetero por vocación, Sierra Villarreal es una verdadera lacra: un mantenido, hablador, pero de cola mucho más larga que su lengua (recordemos solamente que los muchos o pocos cargos o empleos que ha detentado, todos en el sector público, los ha obtenido al calor de su consorte). Utilizado por Renán Barrera debido a su conocimiento del sistema político del que se ha aprovechado, directa e indirectamente, Sierra Villarreal fue quien propuso las tácticas de provocación a la autoridad, merced al entrenamiento que recibió en la liga 23 de septiembre, aquella organización subversiva que tan mal planeó y ejecutó el secuestro y posterior asesinato de Garza Sada, en el que providencialmente Sierra Villarreal no participó por haber llegado tarde, asegurando fuentes bien informadas, que fue el mismo el que delató a muchos otros involucrados en el movimiento, a cambio de prebendas e impunidad. Sierra Villarreal, un verdadero vividor del erario público, que ahora ataca a los mismos que antes defendió, aseguran varios empleados municipales, es un mercenario a sueldo de las ambiciones de Renán Barrera, que le paga por las infamias que discurre y publica y que cree que todos son la misma clase de basura que él es. El 4 de julio fue muy redituable para el Frente Cívico Familiar y Guillermo Vela Román, director del Grupo Bester, encargado de dar capacitación y que se ha beneficiado de su cercanía a algunos personajes de la política, sin importar su extracción partidista. Actualmente Vela Román ha sido beneficiado impartiendo cursos al ayuntamiento por los que cobra muy buen dinero, que jamás le regatean. Es una de las personas que más influyen en el alcalde y desde ahora es uno de los principales promotores de las aspiraciones a la gubernatura de éste. También resultó un gran negocio el 4 de julio para Lizbeth Estrada Osorio, integrante de Sociedad en Movimiento, un membrete para la operación política elegido por Luis Medina Cantillo, afín a Luis Correa Mena, uno de los patrones de Renán Barrera. Estrada Osorio es una figura gris y anodina, que jamás dio la cara en nada y se conformaba con acudir a las reuniones de su agrupación, donde si daba vuelo a la lengua sin temor. Toda vez que accedió a la sindicatura, Estrada Osorio cambió hasta de tono de voz y mandó al demonio a aquellos antiguos compañeros de lucha, que cometieron el error de pedirle ayuda. Lo mismo sucedió con Salvador Vitelli Macías, descubierto ya como peón de brega de Ana Rosa Payán, al que Renán Barrera chamaqueó de tal modo, que no solamente lo hizo bajarse de sus aspiraciones a la alcaldía, sino que no le cumplió con dar la Oficialía Mayor que le había prometido, convenciéndolo de hacerle un gran favor con la entrega de la Dirección de Desarrollo Social para proyectarlo políticamente, no sin antes ponerle todas las cuñas posibles en el organigrama. Asi podríamos seguir ad infinitum, toda vez que el 4 de julio implicó también la entrega de regidurías, direcciones, subdirecciones, empleos menores, colocación de parientes en nómina, renta de predios, contratos de cobertura mediática, participación en el padrón de proveedores y asignación de concesiones para mantenimiento de parques y jardines. Reitero, esto solo es un botón de muestra de que la mayoría de quienes intervinieron en lo que algunos consideran una gesta heróica, no lo hicieron movidos por el ánimo de defender el interés ciudadano, sino por oscuras razones de conveniencia personal. Es tiempo de que los meridanos abran los ojos e impidan a estos vividores del erario público, a estos mercenarios de la ciudadanía, seguir medrando a sus costillas. La caricatura publicada por Tony Peraza en el Diario de Yucatán demuestra que nuestras prédicas no han sido en el desierto. De ahí los ataques y las descalificaciones: porque los hemos descubierto en la totalidad de su impudicia.