Pienso en tu Nombre

Pienso en tu nombre y adquiero una enfermedad aun no tipificada. Sufro subitos y sucesivos ataques de ternura, exhibo una rara habilidad para desgranar luceros y hago gala de constancia digna de mejor causa, para escribir poemas y panfletos. Pienso en tu nombre y me empecino en evocar la calida gimnasia que implican tus besos, interpreto las varias lenguas que utiliza la noche, para sugerir la practica amorosa y comparto la emocion contenida en una sinfonia de Vivaldi. Pienso tu nombre y sujeto mi esperanza a tus sonrisas y recorro la amplia franja de erotismo que significa imaginarte y entonces todo se desborda; tu cuerpo se mira como un destino cercano y estar contigo es un horizonte accesible. La luna tiembla como un murmullo en el agua y Dios nos bendice despreocupado y travieso, consciente de nuestro porvenir. Pienso en tu nombre y todo se confabula hasta lograr traducir en palabras, los viejos codigos con que te digo que te quiero...

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