Un Año Perdido

Ayer en palacio municipal fue convocada una rueda de prensa, para dar a conocer todas las cifras concernientes a la exposición de la obra de Rembrandt. Nos anticipamos y desde ayer predijimos que sería una exposición de cifras alegres, en tono triunfalista. Los hechos una vez más, nos demostraron que no nos equivocamos. Fue notorio que Irving Berlín ante los cuestionamientos, quedó desencajado. Nunca esperó que alguien lo cuestionara respecto de su nulo trabajo, cuando pretendía lucirse. Vamos por partes... Respecto de la exposición de Rembrandt, que costó más de noventa mil euros, informó que fue visitada por más de diecinueve mil asistentes, comentó que de este total, una parte correspondieron a 170 visitas guiadas, realizadas por alumnos de planteles educativos de diferente nivel. Si calculamos conservadoramente un grupo de cincuenta alumnos por visita, tendremos 8, 500 personas. Casi la mitad del total. Más aún; Berlín Villafaña al ser cuestionado al respecto, no mencionó como se tomó constancia de la presencia de los demás visitantes, si se les hizo firmar algún tipo de registro, o la manera en que esto se verificó. Indicó que la exposición fue benéfica para la cultura y los artistas locales, que pudieron estudiar la obra del artista holandés, lo que constituye una verdadera falacia, toda vez que ni siquiera todos los artistas con trayectoria tienen la genialidad del autodidactismo y las mesas redondas realizadas al efecto, tienen la finalidad de analizar las características de la obra y las peculiaridades del autor, pero no son talleres de técnica pictórica. Habrá que estar pendientes si a partir del 2013 se da un boom en la pintura y la plástica yucateca, consecuencia de la llegada de la multicitada muestra pictórica, para de ser el caso, rendir el merecido homenaje a Irving Berlín. Entretanto, los resultados se antojan sumamente magros, para una actividad que costó tanto. Asimismo, se aprovechó el viaje para anunciar un par de fondos de apoyo, para la danza y la pintura. Sin dejar de saludar el apoyo a estas disciplinas, habrá que estar vigilante de los resultados y de los apoyos otorgados, toda vez que es un secreto a voces, la existencia de privilegiados en cultura municipal, merced a la sumisión exhibida con el actual régimen municipal. En una actitud completamente majadera, Berlín Villafaña postergó responder nuestros cuestionamientos hasta lo último, pero no pudo evitarlo. En concordancia con la tónica del gobierno encabezado por Renán Barrera, lo único que dio fueron excusas y pretextos, aduciendo tener proyectos maravillosos. Exactamente lo mismo que Renán Barrera criticaba cuando era diputado, que todo fueran proyectos. Da risa constatar que Renán y su gobierno son todo aquello que criticaban. Lo cierto, es que transcurrido más de un año de su gestión, poco o nada más bien, es lo que ha hecho o arrojado como resultados, la actual administración de la cultura municipal. Berlín Villafaña no dió ninguna justificación o motivo de porque, en más de un año, no han sido convocados los premios literarios de la ciudad, certamen literario que constituyen un programa operativo anual, con bases teórico técnicas y presupuesto establecidos, realizados por todas las administraciones panistas anteriores. En cambio dijo, que había un proyecto para convocar este certamen a nivel internacional, invitando a participar escritores de las Méridas de España y Venezuela. Nos preguntamos si elaborar una convocatoria les ha llevado más de un año. Si esto es así, definitivamente carece de la gente idónea para este género de labor. Pero no conforme con esto, anunció que estaba por celebrar un convenio con CONACULTA para este fin, no dejando de sorprender que para pactar algo tan sencillo, requiriesen más de un año de negociaciones. Este hecho, pone de manifiesto la ineptitud del equipo de cultura municipal, debieran aprender a otros funcionarios, que si saben como hacerlo. Tal vez los empleados de su dependencia (incluyéndolo a él) deberían de tomar un taller de gestión de negocios, a ver si aprenden algo. Respecto a los lamentables acontecimientos registrados recientemente en la comisaría de Cholul, Berlín Villafaña prefirió pasarle la pelota al regidor Elías Lixa. Lixita expresó que la comisión edilicia de cultura está realizando una investigación, para la que cuentan con un término de treinta días y que las posibles violaciones legales, serán tipificadas por la contraloría. Esto y la carabina de Ambrosio son exactamente lo mismo. Ya sabemos que no se hará nada. Quizá cuando mucho, haya alguna leve sanción contra algún funcionario menor, para aparentar que algo se hizo. Finalmente Berlín Villafaña tampoco respondió porque razón a la fecha, no se ha dado respuesta al oficio que le hizo llegar el regidor Gustavo Espadas Espinosa, solicitándole le informara todo lo referente a la naturaleza de las actividades, naturaleza y recursos de la subdirección de fomento a la lectura. Se limitó a decir que no hubo insistencia en el tema. Para empezar, su obligación era responder de inmediato una cuestión tan sencilla, en segundo lugar, el argumento del titular de cultura es falso, pues el regidor si envió oficios posteriores al inicial, requiriendo la información, mismos que jamás fueron respondidos. Cabe mencionar que lo oficios se dirigieron al alcalde, a Berlín Villafaña y se dieron copias a todos los regidores de la dirección de cultura y a la propia titular de la subdirección, Marilú Peniche Zapata. Pero más aún, al ser cuestionado de la manera en que esta dependencia cumple con sus labores y del incumplimiento de la promesa del alcalde de adquirir libros, Berlín Villafaña se concretó a decir que la subdirección no fomenta la lectura a partir de libros impresos, sino a través de medios electrónicos. En tal virtud, queremos saber con que número de computadoras o tabletas cuenta para este efecto y como fueron adquiridas, si se convocó a licitación o se adquirieron por adjudicación directa, donde están ubicadas, en que horario funcionan y que empresa les proporciona mantenimiento. Lo anterior, en aras de la legalidad y la transparencia que tanto agradan a Renán Barrera y su ayuntamiento. No vaya a ser que alguien nos de una sorpresa como la de la repavimentación de la calle 60. Berlín Villafaña también indicó que Fomento a la lectura tiene otras atribuciones, cosa que no dudamos, preguntándonos precisamente en esa virtud, porque no han tenido la gentileza de responder a la solicitud de información de un regidor. La realidad es que a más de un año de labores, la cultura municipal está en completo abandono, que no se ha cumplido con mejorar las condiciones laborales, salariales y de equipamiento de los grupos artísticos municipales y que la opacidad prevalece en el área, donde lo único que hay, son excusas y promesas. Por todo lo anterior, recomendamos a Renán Barrera, fajarse los pantalones e informar a Ana Rosa Payán que se ve en la obligación de despedir a Irving Berlín por inepto. Total, le sugerimos al alcalde que aplaque a la ex alcaldesa, pidiéndole permiso para nombrar a Jaime Barrera Aguilar. Con ello la cultura no mejoraría, pero con un poco de suerte, habrían algunos cambios y a lo mejor hasta le aprietan las clavijas a una pléyade de funcionarios que no sabemos a que se dedican a más de un año de estar trabajando. Exigimos al alcalde, si ama a Mérida y su tradición cultural, que ponga a trabajar a la bola de zánganos que infestan e infectan la nómina de cultura municipal y que despida al director por flojo e inútil. En Cultura tenemos un año perdido, tiempo que ya no se puede recuperar y en el que urge implementar proyectos de verdadero beneficio para el arte y creadores locales.

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