Bisne en el Carnaval
Ya anteriormente habíamos hecho notar que el Comité Organizador del Carnaval, dependiente del ayuntamiento de Mérida, no ha cumplido con dar a concer la información financiera correspondiente al año anterior. Los ingresos correspondientes a las carnestolendas pasadas son un misterio y esto nos lleva a abrigar las peores sospechas respecto al manejo de los ingresos correspondientes a este rubro.
Nuevamente el tema del carnaval vuelve a quedar en la agenda, merced a la determinación tomada por el alcalde, de confinar las festividades a Xmatkuil, sin que se aclaren suficientemente los motivos para tomar esta determinación, toda vez que Montejo no sufría mayores percances con el acontecimiento, si acaso el retiro de las plantas de ornato y las consecuencias de la afluencia masiva de gente, que por otro lado, resultaba segura y sencilla para los asistentes. Desconocemos si lo mismo vaya a suceder en la nueva sede.
Extraoficialmente se dice que el cambio de sede es consecuencia de la repugnancia del dueño de conocido hotel a este tipo de actividades y seguramente de la presión de las empresas cerveceras, las verdaderas dueñas del carnaval al primer edil, pues al cambiar la sede, la vigilancia se relajará y la venta de cerveza será indiscriminada, lo que les significará mayores ganancias. Esto es evidente, toda vez que por ser Montejo una arteria principal de nuestra urbe, se contaba con vigilancia de las corporaciones policiacas municipal y estatal, cosa que ya no sucederá, convirtiéndose Xmatkuil a cierta hora, en una verdadera zona de tolerancia, donde todo será posible. Lo anterior, sin mencionar lo conflictivo que será el tránsito al utilizarse la avenida principal para el desfile.
Extraña francamente que Renán Barrera que se dice partidario de la participación ciudadana, haya tomado una decisión de caracter unilateral, en vez de permitir a los meridanos a través de una consulta popular decidir el tema. No cabe duda que el interés tiene pies y donde manda capitán, no gobierna marinero. Poderoso caballero es don dinero...
Pero además, malos augurios aguardan la presente edición del carnaval, pues Luis Antonio Rivas, dirigente de la Cámara de concesionarios de radiodifusoras, ha hecho saber al alcalde, que si éste se traslada, las estaciones de radio no participarán por el aumento de costos y dificultades logísticas que el cambio de sede les significaría. Esta ausencia, dispararía los costos de traer grupos musicales o artistas, a los cuales hasta ahora solo se pagaba hospedaje y alimentación y quitará inevitablemente atractivo a los festejos.
Además, ha podido saberse que Renán ha entregado el carnaval a Ermilo Echeverría, un conspicuo personaje ligado a su hermano Jorge, a quien ha autorizado para hacer toda clase de bisnes. Ermilo, participará en el bisne, con Roberto Rihani, cuya empresa es la que fabricará y decorará en exclusiva los carros alegóricos. Ambos personajes son recomendados de Rommel Uribe y según nos hemos enterado, ni tardos ni perezosos, han avisado a todos los proveedores que es con ellos con quienes tienen que ponerse guapos y se frotan las manos, visualizando las ganancias a obtener. Con esto, Liliana Bolio, la titular del comité organizador, queda fuera de la jugada y convertida en mera figura decorativa. Consecuentemente, se esperan más opacidad y malos manejos en las finanzas del comité organizador del carnaval. Lo anterior, sin mencionar que las críticas que se hacían a este evento crecerán exponencialmente y lo de menos será el caos vial y el consumo de bebidas embriagantes, habrá que añadirle la venta clandestina de las mismas y el aumento de robos y de incidentes violentos. Ojalá no hayan hechos de sangre que lamentar.
El carnaval de Mérida ha degenerado y con el mal gibierno municipal que padecemos, se espera se convierta en una verdadera cueva de Ali Baba para muchos. Seguimos esperando el informe correspondiente al año pasado.
Punto y aparte de lo anterior, es pertinente realizar un oportuno reconocimiento a la eficiente labor de las autoridades encargadas de seguridad pública y procuración de justicia del gobierno del estado, por su intervención en el caso del doctor Carlos Piña Alberto, que apareció sano y salvo, frustrando las intenciones de quienes ya se frotaban las manos, esperando aprovechar el suceso para llevar agua a su molino. Nuestros parabienes y reconocimiento al Comandante Luis Saidén Ojeda, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, a la Fiscal Celia Rivas y al encargado de coordinar sus labores, Víctor Caballero Durán, secretario de gobierno y por supuesto, al gobernador Rolando Zapata. Reconocer la labor de las autoridades cuando aciertan, es conveniente y más en este caso, donde no solo estabn de por medio la vida e integridad física de un ciudadano, sino la tranquilidad de nuestra ciudad y el estado y la certeza de que en Yucatán estamos en paz e impera el estado de derecho. Así como nos sumamos a las voces que pedían resultados a las autoridades, reconocemos ahora su tarea. Nuevamente felicidades.
Y parafraseando a Demóstenes sostengo que Irving Berlín debe ser despedido...
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