Promesas Incumplidas de Renán
Renán Barrera desde su etapa como candidato, prometió mucho pero como gobernante ha cumplido muy poco. Su divisa de campaña "Mérida Para Todos", englobaba cuestiones tan diversas, como una administración honesta y eficiente, acabar con los baches, resolver el asunto de la iluminación, mejorar el servicio de recoja de basura y muchísimas otras cosas, que los ciudadanos a la fecha, nos preguntamos que es lo que ocurre, que las expectativas han sido sobradamente decepcionadas.
La confianza ciudadana ha sido defraudada por mucho, toda vez que la administración de Renán se ha convertido en todo aquello que criticaba y peor: asumiendo el poder ni tardo ni perezoso nos endeudó a quince años, pidió prestado a más y mejor, favoreció a sus allagados echando mano de medidas poco claras, ha desoido las críticas y simulado a través de un atajo de vividores pertrechados en "agrupaciones ciudadanas", que fomenta la participación social. Renán ha incentivado el desempeño faccioso, las prácticas poco éticas, la ineptitud y el amiguismo. No es posible prodigarle un solo elogio, sino todo lo contrario. Le hemos gritado, llamándolo a retomar el rumbo pero ha sido en vano. La soberbia es su sello característico. El problema más grave que tiene la administración de Renán, es que el alcalde ni manda, ni coordina, ni ordena, sino que se ve supeditado a obedecer sin atreverse a chistar, las indicaciones que recibe de sus verdaderos amos: Luis Correa Mena, Rommel Uribe, César Bojórquez, Ana Rosa Payán y socios comerciales.
En similar estado de cosas, ya estando al frente de la alcaldía y con el afán de quedar bien con los comerciantes organizados, Renán prometió acabar, ahora sí, con el ambulantaje que como plaga, infesta cada día en mayor medida las calles. La realidad es que nada de esto sucedió. Por unos cuantos días se trasladó a los ambulantes que se apostaban en el primer cuadro de la ciudad a otros sitios y pasado el frenesí renovador, retornaron a sus lugares acostumbrados. Sabemos que el ambulantaje siempre ha sido una mafia alimentada en contubernio con las autoridades municipales que se coluden con sindicatos y líderes y esta vez no ha sido la excepción.
La diferencia es que en esta oportunidad, los arreglos no se dan entre dirigentes de ambulantes y el área de mercados municipal, como habitualmente acontece, sino se habla de un nuevo grupo de poder surgido en el ayuntamiento y que se encarga del control de este asunto. Según se rumora, dicho grupo lo integran entre otros, Miguel Gutiérrez Machado, Claudio Coello y algunos otros personajes de menor talla, que son los que han propiciado el descomunal crecimiento del ambulantaje, sin que nada ni nadie consiga ponerle freno. Cobijados por los patrones de Renán, se solazan burlándose de la angustia y desesperación del subdirector de mercados, José Collado Soberanis, que impotente mira su actuar, sin poder hacer nada para reducirlos al orden. El ambulantaje significa carretadas de dinero de ganancias ilegales, que salpican a numerosos funcionarios de alto nivel de este gobierno municipal.
Otra promesa incumplida de Renán Barrera es la planta de tratamiento de residuos sólidos, que a la fecha ni siquiera se construye y mucho menos funciona, sin que boca alguna en el cabildo se abra para solicitar la cancelación de la concesión respectiva, a su titular Diego García Coudurier. Renán se comprometió a poner en funcionamiento esta planta, vinculada a la empresa SANA y a Luis Correa Mena, pero al estar de por medio su principal jefe, ha fingido absoluta demencia.
Lo peor de la inoperancia de esta planta, no solo es el quebranto a la palabra empeñada, sino el daño ecológico que esto implica, cosa que por lo visto tiene sin cuidado al primer edil.
Pudiéramos proseguir casi ad infinitum enumerando promesas incumplidas de Renán Barrera, pero hoy solo quisimos dar estos botones de muestra para ver si alguien se echa a cuestas la tarea de poner orden al respecto y para efecto de que los habitantes de nuestra ciudad abran los ojos y no crean la catarata de mentiras, que a través de un multimillonario gasto en medios impresos y electrónicos, el ayuntamiento se empeña en difundir, mintiendo a los meridanos. A ver quien es el guapo que se atreve a desmentirme...
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