Ramírez Marín y el arte de conciliar
Recientemente, en días pasados, se llevó muchos aplausos en la Cámara Alta, el senador por Yucatán, Jorge Carlos Ramírez Marín al anotarse un éxito mayúsculo, logrando unificar a las poderosas Pepsi y Coca Cola, Danone y Nestlé e incluso Walmart, para eliminar desechos de plástico de océanos, playas, ríos y carreteras en un esfuerzo por conservar y proteger el medio ambiente.
Cómo lo hizo el afamado Prócer, solo Dios sabe, pero dar buenos resultados era el compromiso contraido con tan poderoso consorcio, que suma sesenta empresas de gran talla, involucradas en el proceso de transformación del plástico.
El acuerdo celebrado, es para limpiar el territorio y playas nacionales de este tipo de residuos.
Este convenio, concertado gracias a la capacidad negociadora y habilidades diplomáticas del senador Ramírez Marín, se suma a la prohibición del uso de bolsas de plástico para 2020.
El acuerdo nacional para la Nueva Economía del Plástico, previsto para 2030 se incrementará en un porcentaje de cuarenta y cinco por ciento; y su producción reciclada, pasará a integrarse a la economía nacional.
Destacados politólogos y analistas, conocedores del acontecer político nacional, saben que la característica fundamental y la mayor de las virtudes que posee el senador de origen yucateco, Jorge Carlos Ramírez Marín, es lograr establecer consensos entre los contrarios, a pesar de que existan entre ellos, en apariencia, distancias insalvables, por tener posturas diametralmente opuestas.
Hay que resaltar que Ramírez Marín es una chucha cuerera en el arte de negociar, por su gran capacidad de unir, resolver y zanjar divergencias.
Jorge Carlos es un experto en propiciar acuerdos. No es casualidad que haya sido electo de manera unánime, presidente de la cámara de diputados en dos ocasiones. Lo anterior, sin considerar las vicepresidencias y de manera reciente, ser el único senador de la bancada del PRI, que ganó por mayoría la elección, no solo en Yucatán, sino en todo el país.
En mérito de lo anterio, Jorge Carlos tuvo la capacidad de propiciar el acuerdo entre estos gigantescos monstruos de la iniciativa privada.
Una persona con esa capacidad para unificar, propiciar el diálogo y concertar acuerdos, es lo que urge al tricolor en el país y especialmente en Yucatán, para lograr el objetivo de recuperar el poder. Al PRI le urge tener muchos cuadros con las virtudes y capacidades de Jorge Carlos Ramírez Marín.
Seguimos pendientes...
Cómo lo hizo el afamado Prócer, solo Dios sabe, pero dar buenos resultados era el compromiso contraido con tan poderoso consorcio, que suma sesenta empresas de gran talla, involucradas en el proceso de transformación del plástico.
El acuerdo celebrado, es para limpiar el territorio y playas nacionales de este tipo de residuos.
Este convenio, concertado gracias a la capacidad negociadora y habilidades diplomáticas del senador Ramírez Marín, se suma a la prohibición del uso de bolsas de plástico para 2020.
El acuerdo nacional para la Nueva Economía del Plástico, previsto para 2030 se incrementará en un porcentaje de cuarenta y cinco por ciento; y su producción reciclada, pasará a integrarse a la economía nacional.
Destacados politólogos y analistas, conocedores del acontecer político nacional, saben que la característica fundamental y la mayor de las virtudes que posee el senador de origen yucateco, Jorge Carlos Ramírez Marín, es lograr establecer consensos entre los contrarios, a pesar de que existan entre ellos, en apariencia, distancias insalvables, por tener posturas diametralmente opuestas.
Hay que resaltar que Ramírez Marín es una chucha cuerera en el arte de negociar, por su gran capacidad de unir, resolver y zanjar divergencias.
Jorge Carlos es un experto en propiciar acuerdos. No es casualidad que haya sido electo de manera unánime, presidente de la cámara de diputados en dos ocasiones. Lo anterior, sin considerar las vicepresidencias y de manera reciente, ser el único senador de la bancada del PRI, que ganó por mayoría la elección, no solo en Yucatán, sino en todo el país.
En mérito de lo anterio, Jorge Carlos tuvo la capacidad de propiciar el acuerdo entre estos gigantescos monstruos de la iniciativa privada.
Una persona con esa capacidad para unificar, propiciar el diálogo y concertar acuerdos, es lo que urge al tricolor en el país y especialmente en Yucatán, para lograr el objetivo de recuperar el poder. Al PRI le urge tener muchos cuadros con las virtudes y capacidades de Jorge Carlos Ramírez Marín.
Seguimos pendientes...
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