No Más Candidatos Pochburgueses

Para poder entender lo que sucede en algunos casos, es preciso conocer los antecedentes, para explicarse razonablemente la actualidad. En el caso del Partido de Acción Nacional en nuestra entidad y más aún, en nuestra ciudad, hay que comenzar diciendo que su éxito y arraigo se debe a que le quitó las banderas a la izquierda, situación realmente importante en una tierra conservadora como la nuestra, pero no por ello con menos necesidades. En efecto, el panismo arrebató las banderas a la izquierda y situación determinante para ello, fue la actitud de sus abanderados, que si bien eran de extracción social de clase alta o media alta, siempre fueron sencillos, empáticos y accesibles. Sobra decir nombres, porque todos lo saben. En los tiempos heróicos del panismo, no habían distinciones y esto no se limitaba al tiempo de campaña, sino también a la actividad de gobierno. La gente accedía con facilidad a los servidores públicos, les llamaba por su nombre y había con ellos, canales de comunicación siempre abiertos. Como consecuencia, la ciudadanía confiaba en sus autoridades y tenía fe ciega en ellas (aunque hay que decir que contribuía en gran medida a ello, que habían ejercicios cotidianos de transparencia, como los que realizaba Victor Manuel Correa Rachó, que publicaba a diario el estado de los ingresos y egresos del ayuntamiento). Al tener funcionarios de este tipo, la gente notaba la diferencia y claro, los apoyaba a muerte. Pero las cosas cambiaron con el tiempo, al consolidarse la hegemonía blanquiazul en el municipio, cuando los panistas se creyeron la cima de las virtudes, los guardianes de la pureza e intenciones ciudadanas y otras zarandajas más. Con la soberbia, llegaron otros vicios, como la corrupción y con ello, el panismo transformó notablemente su rostro. Huelga decir que además de la mutación anterior, hubo otras, como las que acontecieron en los candidatos, que se creyeron predestinados por derecho divino y poco a poco, fueron marcando una brecha, no sólo con la ciudadanía, sino hasta con sus partidarios, a los que consentían en campaña, pero de los que se olvidaban, llegando al poder. Así se fue dando el distanciamiento y divorcio actual con la población de nuestra urbe. Hay que decir que la personalidad de los candidatos cambió y no para bien: de ser sencillos, cercanos y accesibles, se tornaron en individuos fatuos, prepotentes, fanáticos y pagados de sí mismos, que creían merecerlo todo. Un ejemplo de ello es Renan Barrera, un arribista, originario de una familia que vivía con modestia, pero que aspiraba a codearse con la élite y que para ello, realizó toda clase de tropelías y corruptelas. Como consecuencia de lo anterior, Renan despreciaba a los panistas de base, a los que jamás ayudó, ni le interesaron y por eso, llegado el momento, sufrió las consecuencias de su venganza. Otro ejemplo de ello, es nuestro actual alcalde, Mauricio Vila, de extracción más acomodada, pero que desprecia igualmente a la militancia de a pie, de la que sólo se acuerda en épocas electorales para satisfacer sus caprichos y que cumplidamente le paga con su rechazo y pronto se verá. Peor aún, Vila no sólo no ayuda, sino persigue a los panistas, que suspiran por una personalidad diferente para hacerse cargo de la responsabilidad municipal. Vila ha sido claro y dejado al descubierto sus escrúpulos de clase, al fijarse en personas como Cecilia Patrón y Mauricio Díaz, circunstancias que dicen que pretende dar al panismo, más de lo mismo: si bien Cecilia por ser hermana de un ex gobernador si ha tenido más calor popular, es un hecho que los escándalos de malos manejos que la rodean, podrían impedirle llegar a la nóminación, en cuanto a Díaz Montalvo, es un hecho que en su vida ha tratado con las clases populares y desconoce todo lo que no se encuentre al norte de la ciudad. Esta clase de situaciones, podrían ser un área enorme de oportunidad para una persona con un perfil distinto, al que en últimas fechas se usa en Acción Nacional. Ahí podría estar la veta, el filón para una persona como el doctor Manuel Armando Diaz Suárez, que debido a la propia naturaleza de su profesión y actividad como propietario de una farmacia, ubicada en zona populosa, podría tener ocasión de hacer la chica. Corresponde al panismo preguntarse que es lo que quiere: si más candidatos pochburgueses o una persona con perfil diferente. Sería buen momento para ponerse a analizar...

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