Solo se Apedrea al Árbol Que da Fruto
La tarea periodística no es sencilla, de repente deben darse a conocer cosas que no son simples de decir. Muchas veces debe investigarse y los resultados no son gratos para nadie. La realidad es que la tarea es altamente compleja.
También es cierto que a la inmensa mayoría de las personas, no les gusta que nadie les haga notar sus deficiencias o defectos, que les llamen la atención cuando algo no está bien o los llamen a rectificar. Y en este sentido, los políticos no constituyen la excepción. Por eso, muchos de ellos tan pronto llegan al poder, se apresuran a soltar ingentes cantidades de dinero para el rubro de propaganda o difusión, tratando de asegurarse de poder contar con medios leales, que les digan todo aquello que desean oír o en contrario sensu; que ataquen al que se les indique.
Tal parece que la máxima anterior es la que prevalece en la actualidad en el ayuntamiento de Mérida, donde Mauricio Vila ha aumentado exponencialmente el presupuesto destinado a comunicación social y difusión, a efecto de asegurarse de poder contar con medios de comunicación domesticados, que no indaguen ni señalen lo acontecido en nuestra ciudad, en aras de seguir manteniendo el subsidio. Semejante actitud ha permeado al Partido de Acción Nacional, tanto a nivel del comité estatal, como del municipal, que han sido acusados por diversos actores de varias irregularidades.
Un caso paradigmático en el tema de lo referente a los medios de comunicación al servicio de intereses de grupo, es el de cierto portal informativo, portal completamente al servicio de los intereses del gobierno municipal en turno y especialmente de los del alcalde y sus allegados. Fuentes bien informadas del ayuntamiento nos aseguran que el titular del medio de marras, lloriqueó ante el primer edil su lealtad, asegurando haber perdido clientes por apoyarlo.
Su escena nos aseguran, se tradujo en cincuenta mil pesos mensuales de manera inicial y posteriormente en la impresión de las infamias que ahí se divulgan. Todo ello con la bendición y el apoyo de Roger Torres Peniche, el capo mayor de la mafia en el poder.
Hasta ahí, el asunto es aceptable, máxime si entendemos que los medios de comunicación adoptan muchas veces las líneas ideológicas o de intereses que tienen sus propietarios o administradores, siendo lo anterior, reflejo de la diversidad política y de la libertad de expresión existente en nuestro país y entidad, donde conviven y perviven medios de diferentes tendencias.
Pero lo que no se vale, es meterse con terceros inocentes, haciendo a un lado al funcionario público que se pretende cuestionar, para cebarse con su familia. El recurso no sólo es bajo, sino vulgar y envilece la lucha que debe librarse en el plano de las ideas y de la acción. Extraña que conociendo Roger Torres los bajos fondos y siendo un especialista y un conocedor de los usos y costumbres en boga en ellos, haya echado mano de un recurso tan barato, que lo único que hace evidente es la desesperación de los integrantes de la actual administración municipal, por el crecimiento del único adversario, que propios y extraños conciben como real. Resulta peculiar que Roger Torres, el jefe político del alcalde, olvide que hasta los mafiosos respetan escrupulosamente a las familias de sus rivales y en caso de guerra entre pandillas, nadie osa molestarlas.
Entendámonos: Mauricio Vila y Raúl Paz tienen un solo adversario real en su afán por imponer al próximo candidato panista a la alcaldía de Mérida y ése rival es el doctor Manuel Armando Diaz Suárez.
Al doctor lo acusan con completa torpeza y eso pone de manifiesto la intención de la publicación que pretende denigrar su imagen, basándose en una acción legal acaecida hace años y que jamás progresó y afirmando que no atiende a la prensa, cuando el legislador simplemente advirtió al reportero que era consciente de sus intenciones y que sabía que dijera lo que dijese, siempre saldría malparado. Jamás fue grosero, ni agresivo y siempre dio la cara al sicario periodístico.
Que quede claro: no es ésta una defensa apasionada de la figura del galeno. Manuel, a quien conocemos, tiene sin duda como todos nosotros, flaquezas y defectos, pero antes que nada, tiene una virtud principal, que lo hace acreedor a ser defendido por PANORAMA EMERITENSE: no forma parte de la mafia en el poder, ni de ninguna mafia y además de eso, es un hombre dedicado a su profesión y a su familia y merece por ese simple hecho, gozar de nuestras consideraciones en lo concerniente al ámbito sagrado del respeto a la vida privada y al entorno familiar.
Mal, muy mal, han hecho Roger Torres, Mauricio Vila y Chucho Pérez Ballote (chayote) en recurrir a tan miserable artimaña. Han envilecido una pugna que sabíamos que no iba a ser caballeresca, puesto que los conocemos y sabemos como son, pero han empezado a cavar sus propias tumbas, pues han cometido el peor pecado que puede cometerse en política: han demostrado temor ante la potencia y la capacidad del adversario y en política los errores se pagan y se traducen en derrotas. Tiempo al tiempo y éste nos dará la razón.
Al doctor Diaz nos permitimos sugerirle que mantenga la calma y le recordamos que solo se apedrea al árbol que da frutos.
Parafraseando al Quijote, el doctor Diaz bien puede decir a los integrantes de la trinca infernal, (Roger Torres, Mauricio Vila y Chucho Pérez Chayote) lo mismo que el hombre de la Mancha apostrofaba al embestir los molinos de viento: "Non fuyades cobardes, que es un solo hombre el que os acomete" (y en este momento, dadas las circunstancias políticas imperantes en el PAN yucateco, creer factible la candidatura del doctor a la presidencia municipal de Mérida, no es comulgar con ruedas de molino...
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