Hace apenas unos días, dimos a conocer la intención expresada por el presidente estatal del Partido de Acción Nacional, Raul Paz Alonzo, en entrevista concedida a un canal de televisión, de contender por la candidatura de su partido a la primera magistratura estatal, la noticia provocó reacciones de todo tipo.
Pero más allá de apoyar o no, las aspiraciones de Paz Alonzo, su intención trae consecuencias que vale la pena analizar con detenimiento.
En primer lugar, si esta decisión trae aparejado un rompimiento de la alianza que hasta la fecha, mantiene con Mauricio Vila y que haría de su ex esposa, Cecilia Patrón Laviada, la candidata oficial a la alcaldía de Mérida, toda vez que la separación con ella, fue un asunto de carácter civil, que no involucró lo político. Esta determinación (de hacer de Cecilia Patrón la candidata a la alcaldía), la toma Raul Paz para terminar con el bombardeo sistemático al que lo han sometido Patricio Patrón y otros familiares de su ex cónyuge.
En segundo lugar, hay que considerar que en el PAN, Raúl Paz es el que parte el queso y otorga las candidaturas plurinominales y la intención de anunciar su supuesto interés en participar, puede ser solo para meter presión a los demás posibles interesados y obligarlos a negociar con él, pudiendo acordar o establecer compromisos desde una posición de fuerza.
En tercer lugar, es importante destacar que Raúl Paz es el presidente estatal del blanquiazul y que si pretende competir por un cargo de elección popular, en este caso la candidatura a gobernador, lo equitativo sería que presentara su renuncia a la dirigencia, para poder contender con sus adversarios en condiciones de igualdad y no obtener ventajas indebidamente de su cargo.
Por otro lado y en virtud de ser Paz Alonzo quien tiene entre sus facultades determinar a quien corresponden las posiciones plurinominales, es menester señalar que Raúl no sólo debe renunciar en los plazos y términos señalados por la normatividad partidista en vigor, sino que más aún, debe garantizar piso parejo para todos los participantes en la contienda. Lo anterior, para alejarlo de la tentación de imponer candidatos a las distintas posiciones de elección popular y plurinominales en juego, especialmente en lo que se refiere a la alcaldía de Mérida, desterrando toda posibilidad de favorecer a Cecilia Patrón, cuya candidatura marcharía con el lodo de la infamia y la sombra del favoritismo.
Para concluir, Paz Alonzo debe dar a conocer antes de separarse de su cargo de dirigencia partidista, su declaración patrimonial y de intereses, para efecto de que pueda ser analizada y revisada al momento de la competencia interna y descartar la posibilidad de injerencia de factores ajenos al panismo, como podría ser el financiamiento proveniente del empresario Marin Millet Encalada, con quien Cecilia Patrón lo vinculó.
Reiteramos: ojalá Raul Paz sostenga con seriedad sus aspiraciones y no sean solamente un distractor para poder negociar con sus contrincantes,dejando ilusionados y colgados de la brocha a muchos de sus partidarios, para en vez de la candidatura a gobernador, buscar la primera pluri para el senado.
Como colofón de todo lo anteriormente planteado, sería excelente que para desmentir muchos de los rumores en boga respecto de sus aficiones o gustos, Raul Paz se hiciera un examen antidoping cuyos resultados hiciera públicos e invitara a los otros aspirantes a distintos cargos de su partido y de los demás, a hacer lo propio. No hay mejor manera posible, de terminar definitivamente con la idea ya presente en el imaginario colectivo de que no es lo mismo ser, que parecer. Veremos que ocurre...
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