Crónica de Una Imposición Anunciada
El próximo 11 de diciembre, se renovará el consejo político estatal del Partido de Acción Nacional y la ocasión reviste importancia trascendental para la vida interna del blanquiazul.
Por tal razón, los militantes de Acción Nacional que se sientan con merecimientos para integrar el organismo en cuestión, deberán acreditar su idoneidad para el cargo, a través de aprobar un examen al efecto, que les permitirá de manera posterior, ser votados por los integrantes del consejo en funciones, para renovar el organismo. Cabe mencionar que la reelección es una posibilidad para quienes ocupen un lugar en el consejo, el día de hoy.
Hay dos situaciones dignas de comentar al respecto: primeramente, que el alcalde Mauricio Vila Dosal no se inscribió como candidato a consejero, seguramente para evitar que se diga que su presencia dio pie a la línea o a la cargada favorable a sus seguidores que buscan un lugar en el consejo y en segundo lugar, que el ex alcalde Renán Barrera Concha si se inscribió como aspirante, pues en los tiempos que corren, Renán sería capaz de quitarse la ropa en plena plaza principal, si eso le asegura el cumplimiento de sus objetivos. Queda claro en tal sentido, que dos son los objetivos del ex alcalde de nuestra ciudad: obtener la candidatura a la primera magistratura estatal, situación que se ve complicada dadas las intenciones insinuadas hasta ahora por Mauricio Vila, pero que podrían materializarse si en la encuesta que en fecha próxima piensa encargar, el primer edil sale bajo en la preferencia del electorado y como segunda opción, convertirse nuevamente en el candidato del PAN a la alcaldía, apostando a la corta memoria de la militancia y a pesar del pésimo trabajo realizado de manera inicial.
Acá lo importante es resaltar que el consejo es un organismo plural de cien escaños, integrado a partes iguales por hombres y mujeres (50 y 50 respectivamente) y que es un secreto a voces, que será infiltrado y manipulado a conveniencia por los operadores tanto del alcalde, como del presidente estatal del partido y sus aliados. Es público y notorio que Mauricio Vila ha trabado alianza con Raul Paz (que es decir lo mismo Cecilia Patrón) y con la Senadora Rosa Adriana Diaz Lizama, rumbo al próximo proceso electoral.
La trascendencia de obtener el control de este organismo radica en que sus integrantes serán los encargados de determinar el método mediante el cual el Partido de Acción Nacional elegirá a sus candidatos a las diversas posiciones de elección popular en disputa (gubernatura, alcaldías, diputaciones locales y federales y senadurías) y toda vez que esto se haya verificado, el modo debe ser ratificado por el Comité Ejecutivo Nacional de dicho partido. En semejante orden de ideas, es pertinente resaltar que tanto el Comité Ejecutivo Nacional, como el Comité Directivo Estatal han hecho hincapié en las candidaturas de consenso (dedazo) como método para buscar preservar la unidad partidista y evitar el desgaste que una elección interna implica. Al menos ése es el discurso que en flagrante contradicción con la tradición democrática del partido se enuncia por parte de ambas dirigencias.
De tal suerte, es altamente probable suponer que el eje Díaz-Vila-Paz conseguirá sus objetivos de control y dominio, en perjuicio de sus opositores y en menoscabo de la democracia interna que hasta hace poco, siempre había presumido el panismo.
También cabe destacar que este objetivo (dominar el consejo) coadyuva a la intención de planchar toda oposición a los nombres que se propongan para todos los cargos de elección popular y asimismo, que contribuya a ratificar los acuerdos adoptados para los nombres planteados para las posiciones de carácter plurinominal, que en uso de sus atribuciones, designará el Comité Directivo Estatal (léase Raul Paz). Como es fácil discurrir, el encargado de diseñar y operar la estrategia de cooptación de los integrantes del consejo, es por supuesto, el verdadero dueño del poder en el ayuntamiento de Mérida y el partido, Roger Torres Peniche, que es de todos conocido se lleva de a cuartitos con el presidente estatal del partido, Raul Paz Alonzo.
Como puede apreciarse a simple vista, el pastel ya ha sido repartido y esta próxima a consumarse la más grande burla, el mayor atentado contra los valores y la militancia panista de a pie, que aparenta estar durmiendo en sus laureles.
La pregunta es si los panistas permitirán que se consume semejante despropósito. La pregunta es si habrán voces que se atrevan a elevarse para denunciar las ilegalidades o si los panistas callarán sumisamente y harán como que miran hacia otro lado. Muy pronto sabremos si en el PAN yucateco aún quedan hombres y mujeres libres o si el eje Díaz-Vila-Paz se saldrá con la suya.
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