Renovarse o Morir
Por María Eugenia Malpica
Resulta preocupante que lo que ha estado sucediendo en nuestra ciudad, a raíz de la llegada de la plataforma digital Uber. Su aparición ha desatado indignación entre las agrupaciones encargadas de prestar servicios de transporte de pasajeros y la violencia ha hecho su aparición.
Eso ha provocado que surja una corriente de apoyo a la aplicación que no es casual. Es impulsada desde el Partido de Acción Nacional, dirigida desde el ayuntamiento de Mérida y operada por sus empleados. Veamos algunos nombres: Ivan Novelo, Angélica Mena, Martin Lorenzana, son algunos nombres que lo prueban. Jopa Cardeña (chófer de Raul Paz), Leticia Quintal, Edwin Galaz, son otros que comprueban que es de color azul la mano que mueve la cuna.
Son panistas los que promueven la campaña de odio y desprestigio. Son panistas los que dicen que la ciudad sin taxis vuelve a ser blanca, son panistas los que llenan de insultos e improperios a la agrupación (Frente Único de Trabajadores del Volante) y a sus agremiados. Ellos son los que los llenan de adjetivos y crean cantidad de memes. Para ellos, los vehiculos que brindan el servicio de taxi en nuestra ciudad pertenecen a una sola agrupación, ignorando que son muchas más las que participan en ello. Pero su rencor y su odio hacia todo lo que huela a PRI es mayor.
Los panistas tiran la piedra y esconden la mano. Encienden la ira social, agitan a la población y se regodean en su obra. Provocan ofensas y vulgaridades contra el líder actual del FUTV e incluso hasta contra el anterior, ya desligado de todo lo que tenga que ver con la agrupación.
Para los panistas todos los taxistas yucatecos son del FUTV y todos son priistas, gordos, malolientes, groseros, abusivos y manejan carcachas rodantes. Son por tanto, una horda de bandidos motorizados, indignos de prestar un servicio público y que mejor deberían estar en una prisión, que en la calle. Su odio los lleva a denigrar y estigmatizar.
Los panistas incluso han creado un grupo en redes sociales que pide destruir al FUTV, tachándolo de ser lo peor sobre la faz de la tierra. Curiosamente, muchos de los que piden quemar taxistas y vehículos del FUTV en leña verde, promoviendo el uso de UBER, son los que en otras ocasiones, llaman a no comprar en las grandes cadenas de supermercados extranjeros, para favorecer al comercio local, pero al parecer, en esta ocasión, no se han fijado que UBER es de origen extranjero y que muchos de sus empleados ni siquiera son yucatecos.
Aparentemente los panistas no piensan que utilizar los servicios de UBER perjudicará a miles de familias yucatecas inocentes, que lastimará su modo de vida o simplemente no les importa, solo les interesa lograr sus objetivos de odio y de poder.
Increíblemente muchos priistas apoyan la llegada de la aplicación, quizá por odio al FUTV o a sus dirigentes, pasados o actuales y todo mundo habla de la libre competencia, del derecho del público a decidir y de que el gobierno del estado debe mantenerse al margen.
Los promoventes del discurso del odio están equivocados. En primer lugar, el primer deber del gobierno estatal es regular toda actividad que se realice en nuestro territorio. En segundo lugar, también debe velar por los intereses de los yucatecos y protegerlos y por último, debe procurar la paz social. El gobierno del estado ha hecho su parte legislando, los integrantes de las plataformas digitales de transporte, deben apegarse a la ley, respetarla y velar por su cumplimiento.
Los promotores de las aplicaciones extranjeras, que hablan de monopolios de transporte locales (que es claro que no existen, porque no sólo existe una organización que brinde el servicio), olvidan que UBER si trata de adueñarse del mercado y que no proporciona prestación alguna a sus agremiados y no salgan con la mentira de que son socios, porque ya se sabe que en la plataforma extranjera, trabajan infinidad de martillos, que conducen unidades, propiedades de otros. Por cierto, dicen que Raúl Paz posee varias unidades en esta aplicación y por eso los panistas, la defienden a capa y espada. Mas aún, el conductor agredido, tuvo que pedir ayuda a través de las redes sociales, porque cuando la solicitó a UBER, le pintaron un violín.
Los panistas dicen las peores cosas de los taxistas y vehículos destinados al transporte de pasajeros en nuestra ciudad y sin embargo olvidan que en países como España, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Japón, Corea, Estados Unidos, Bélgica, Holanda, Tailandia e Hindia, por citar algunos, la llegada de la aplicación también ha generado conflictos y episodios de violencia, a grado tal, que en muchos de ellos, que por cierto son países de primer mundo, la plataforma ha sido proscrita. ¿Será que también en esos países hay monopolios y los conductores son gamberros?, ¿Será que también circule pura chatarra en sus calles, prestando transporte público?
Aunque dicen que los consejos solo hay que darlos cuando nos los piden, me gustaría sugerirle a Billy Fernández que se prepare para la competencia, que renueve sus flotillas, que revise sus tarifas y las ajuste, para hacerlas competitivas, que supervise el trabajo de sus operadores y los capacite y que involucre a su agrupación en los temas de mayor relevancia social, para mejorar su imagen pública y por supuesto, que genere una aplicación que le permita a su organización competir ventajosamente con las plataformas extranjeras. Es cosa de decidirse. En algunos terrenos y actividades, la época manda renovarse o morir.
Hermanos yucatecos: dejemos atrás el discurso de odio y privilegiemos a los nuestros por encima de otros. Es tiempo de sumar y siguiendo el ejemplo de nuestro gobernador, Rolando Zapata Bello, el mejor del país, pongamos todo nuestro esfuerzo y lo mejor de nuestro trabajo a favor de Yucatán.
Señores panistas: sus discursos de odio, no nos dividirán. Antes de ver la paja en el ojo ajeno, vean la viga en el propio.
Señores integrantes del Frente Único de Trabajadores del Volante, muestren espíritu de lucha para la competencia y saquen la casta y el amor propio. Los yucatecos sabemos contender y ganar. Y sobre todo, no olviden ponerse a la altura de los tiempos. Mantengamos la paz y la cordura, para que todo sea en beneficio de nuestra tierra y de nuestra gente. No a los discursos de división y odio. ¡A DARLE!
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