Contrastes Entre Vila y Huacho

El evento realizado con motivo de las fiestas patrias en la Vicente Solís, fue el parteaguas. Fue en esa colonia, tradicional para el panismo, donde Joaquín Díaz Mena desenterró el hacha de guerra y dejó claras sus aspiraciones de ir con todo nuevamente por la candidatura a gobernador del estado. Estamos absolutamente seguros de que la noticia dejó sin dormir a Mauricio Vila, mejor dicho a Roger Torres Peniche, su comandante en jefe en su labor tendiente a apoderarse del partido, porque si existe una figura que puede hacerle sombra a Vila y frustrar sus propósitos, es precisamente la de Huacho.
Y es que resulta inevitable hacer los contrastes entre las figuras de uno y otro: mientras el alcalde es distante, aislado, frío, poco empático, incapaz de conectar con las masas, Huacho es todo lo contrario: es simpático, amable, cálido y cercano, con gran capacidad para identificarse con el pueblo, del que es parte y nunca se ha olvidado, ni distanciado.
Vila es la típica figura del señorito de ciudad: atildado y pulcro. El empresario que se encierra en su oficina y no tiene contacto con su gente, que ignora como se llaman sus empleados y al que le importan poco o nada sus problemas, que desconoce si necesitan algo o si hay enfermedades en casa. Huacho es todo lo contrario: huele a pueblo, es parte del pueblo, sigue frecuentando San Felipe, su tierra natal y es un verdadero ídolo en el interior del estado. No hay lugar al que llegue donde la gente no lo conozca y llame por su nombre o por su hipocorístico: Huacho. Todos saben quien es Huacho, todos saben que Huacho escucha, se interesa y propone. Huacho también llama a la gente por su nombre, conoce las historias familiares, manda saludos a los parientes, sabe si nació un hijo, un hermanito o un sobrino. Huacho se interesa en los problemas de la gente, en la forma en la que vive, en sus requerimientos y necesidades y a diferencia de Vila y el ayuntamiento, donde cada vez que la gente que llega a pedir apoyo encuentra de manera invariable la misma respuesta: "no hay dinero", Huacho siempre ayuda, consigue beca, entrega medicamentos, canaliza enfermos, apoya en los momentos difíciles.
Mauricio Vila como es natural, vacaciona fuera de la ciudad, su familia parece un poster, se ignora donde vive y aunque se supiera, es un hecho que la gente jamás entraría a su casa. En contraste, Huacho vacaciona siempre en San Felipe, la gente sabe donde localizarlo y lo más importante sabe que las puertas de su casa se encuentran siempre abiertas para atender al pueblo. Su familia es de verdad, cercana y accesible, sale, se deja ver en público y convive con su comunidad. Mientras Mauricio Vila se mueve entre las cúpulas, de las que nunca sale y entre las que se siente como pez en el agua, Huacho se cobija con las multitudes, recorre el estado una y otra vez, dándose baños de pueblo de manera cotidiana e interactuando con todos sin distinción, lo mismo con políticos, con empresarios, que con gente sencilla. Vila lleva ya más de un año preparando su candidatura, todo mide sopesa y analiza. Establece alianzas y complicidades. Huacho deja que las cosas fluyan y llegado el momento, reúne a su equipo, escucha y decide. Tres son las diferencias fundamentales respecto de la historia de la candidatura anterior: en primer lugar ya tiene experiencia y sabe que muchos de los panistas, incluidas las dirigencias, lo traicionaron. En segundo lugar, a diferencia de la ocasión anterior, que mucho se centró en el interior del estado, esta vez Huacho ya se decidió a entrar a Mérida y a meterse fuerte, con el apoyo de muchos de sus numerosos simpatizantes y en tercer lugar, ya cuenta con amigos en cargos importantes, que pueden significarle un apoyo sólido en lo económico. Vila solo ha sido diputado, en contraste, Huacho ya ha sido presidente municipal, diputado, funcionario federal, candidato a gobernador y actualmente es legislador federal. La diferencia en cuanto a oficio político también es ostensible y favorece al oriundo de San Felipe. Vila solo es conocido en algunos sectores de Mérida, en el interior del estado, a pesar de los esfuerzos de Roger Torres y Cecilia Patrón, mucha gente no sabe quien es, el alcalde basa su fortaleza en Mérida. En contraposición, todos saben quien es Huacho, en los municipios su figura es harto conocida e intentará hacerla más cercana en Mérida, donde la gente sabe quien es, pero no lo tenía tan cercano. Una chispa es lo que hace falta para volver a encender en el panismo de Yucatán la Huachomanía.
Tras hacer los contrastes entre ambas figuras, es evidente que Huacho supera ampliamente al hoy alcalde de Mérida. Esperamos que Joaquín Díaz Mena sepa estar a la altura de las expectativas de sus partidarios y cumplirlas a cabalidad y sobre todo, esperamos que sea consciente del enorme compromiso y responsabilidad que su eventual candidatura a gobernador, significa para el partido y para mantener la tradición y la vida democrática del panismo.

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