Se Mordieron La Lengua

Si alguien tenía alguna duda respecto de que Renán Barrera se inclina por Mauricio Vila rumbo a la contienda interna del PAN para la alcaldía de esta ciudad, el viernes quedaron despejadas y es que desde temprana hora, recibimos la llamada de un empleado municipal que nos avisó que el ayuntamiento de Mérida, a través del Gato Echeverría y Roberto Osorio, director y subdirector oriente de servicios públicos municipales respectivamente, había convocado a los empleados y funcionarios del municipio para acudir a las diez y media de la mañana al salón Cancillería del Hotel Del Gobernador a la integración de la Asociación Peninsular de Servidores Públicos, a efecto de apoyar las aspiraciones de Mauricio Vila. Lo anterior, con la aprobación del alcalde, que públicamente dice mantenerse al margen de la contienda interna. Como es posible colegir a partir de lo anterior, es claro que la voluntad del alcalde se inclina a desbalancear la equidad de la contienda y esta dispuesto a cometer todo género de ilegalidades, con tal de salirse con la suya. El descaro y la soberbia de los partidarios de Vila, sabiéndose apoyados por Renán es tal, que hasta protocolizaron la reunión ante notario, olvidando que lo único que hicieron fue documentar la ilegalidad de la misma, por haberse realizado en días hábiles y horario de trabajo. Queda claro que Renán Barrera desconoce el concepto de competencia democrática y que le gusta jugar con dados cargados. Ya saben Raúl Paz y Salvador Vitelli con quien tendrán que vérselas. Ojo Mauricio Vila, hay gente que es capaz de todo, con tal de lograr sus objetivos y tu no eres uno de los intereses de Renán. No digas luego que nadie te lo dijo. Por otro lado, es risible percatarse de como el ayuntamiento de Mérida intenta distorsionar la realidad y vernos la cara a los ciudadanos, cuando publica por un lado que solo habrán cien vendedores de pirotecnia en el centro de la ciudad, como si fuera la totalidad de personas que fueran a dedicarse a esta actividad. Peor aun, el portavoz del gobierno municipal, Jorge Cauich Toledano, afirmó que la actividad comercial se restringiría a los días 22, 23, 24, 29, 30 y 31 de los corrientes. Cuestionado respecto a la cantidad de vendedores de pirotecnia, Cauich se vio forzado a admitir que en la periferia de la ciudad habría 420 vendedores más, que obligatoriamente deberían tomar cursos de protección civil y verse sometidos a una rigurosa supervisión en materia de seguridad. El cambio de versión del funcionario de la junta municipal de reclutamiento, conduce a las peores sospechas: a pensar que pudieran haber cien vendedores que cubrieron todos los requisitos legales y 420 más que son parte de un jugoso bistec, que degustarán altos funcionarios municipales. La cifra de vendedores de pirotecnia, sea cual sea, contradice lo expresado anteriormente por el alcalde, cuando visitó el Centro de Atención Infantil, en el sentido de que se estudiaba la conveniencia de otorgar permisos para venta de pirotecnia y de que en caso de otorgarse, habría una estricta supervisión de Protección Civil y la Policía Municipal. Cualquier día Renán Barrera perdería la oportunidad de agenciarse un peso, era obvio que autorizarían la venta y es obvio que aquellos vendedores que estarán ubicados en la periferia son irregulares, pues los inspectores de Protección Civil estarán convenientemente maiceados y están fuera del radio de acción de la corporación policiaca. ¿Cual supervisión? Una vez más el ayuntamiento de Mérida miente y se ve obligado a morderse la lengua, lo malo es que tanto el ayuntamiento como el alcalde, ya no nos pueden engañar