¡FUERA LACRAS Y TRAPECISTAS!

Ayer en la casa del pueblo, el PRI realizó una reunión para renovar Comités Municipales y sus consejos políticos, en la que estuvieron presentes, además de Francisco Torres Rivas, presidente estatal del referido partido político, Felipe Cervera Hernández, coordinador de la bancada tricolor en el congreso del estado, la diputada Janice Escobedo y Alfredo Cárdenas Palomo, en representación del diputado federal, Jesus Carlos Vidal Peniche, que no se sabe bien a bien, si es de aquí, de allá o de donde rayos, toda vez que si bien es parte de la bancada de diputados federales del Verde, es más que claro que Vidal Peniche accedió a su curul en el congreso federal, al calor del tricolor, merced a un acuerdo político existente en ese momento, con el Partido Verde Ecologista de México.
Vidal Peniche, es además pariente (sobrino) del hasta ahora controvertido militante tricolor, Liborio Vidal Aguilar, a quien ex gobernadores emanados del PRI, han consentido notoriamente, concediéndole posiciones y prebendas, que exceden de manera evidente, su valor político y operativo.
Vidal Peniche, a la fecha ha sido un legislador sumamente gris, que poco o nada ha aportado en materia de iniciativas y mucho menos ha hecho, a favor del instituto político al que debe su posición en la cámara federal (inclusive sabemos que ni siquiera ha cumplido con el pago de cuotas al que lo obliga su condición de supuesto militante) y que se ha dedicado a trabajar para fortalecer la posición de su familiar y no el trabajo partidista y que en nada ha procurado, el bienestar de la población del distrito que representa.
Se avecinan tiempos que hacen notar que en breve, figuras como la de Vidal Peniche y Verónica Camino, deberán definir si son leales al partido al que le deben tanto, o muerden la mano que se les tendió y ha dado de comer, en una clara muestra de oportunismo político.
Como quiera que sea, consideramos benéfico para el PRI Yucatán, irse sacudiendo las rémoras, trapecistas y lastres, que a la fecha, existen todavía, uncidos a la ubre tricolor.
Seguimos pendientes...

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