Discriminación en el Hospital de la Amistad Corea-México
Discriminación en el Hospital de la Amistad Corea-México.- No cabe duda que Mauricio Vila y su gobierno, traen el santo de espaldas. A ello contribuye la proclividad que tiene el oriundo de Toluca por integrar a puestos directivos de su administración a personajes que no son nativos de nuestra entidad.
Tal es el caso del Hospital de la Amistad Corea-México, donde al calor de las autoridades estatales en turno, accedió al cargo de director médico, el doctor Agustín Novas Valdez, un cubano avecindado en estos lares, que en vez de agradecer la hospitalidad de esta tierra, que lo recibió cuando era un muerto de hambre, se dedica a discriminar a la población oriunda de nuestra entidad.
Resulta que en días pasados, se presentó a solicitar empleo al referido nosocomio, una persona con un problema en la rodilla.
La plaza que se solicitaba era en el almacén. Al acceder a la presencia del funcionario, éste no se percató que la persona solicitante utilizaba un bastón para caminar. El solicitante fue atendido y el tiempo transcurrió, al no tener noticias de su solicitud de ingreso, preguntó a un conocido que labora en el referido centro hospitalario, que le refirió que al percatarse el doctor Novas que el aspirante utilizaba un apoyo funcional, expresó con desprecio que no iba a meter al hospital a un maldito cojo, situación que va totalmente en contra no solo de la naturaleza humanitaria de la labor médica, sino que también contradice la misión de todo nosocomio, que es eminentemente humanista y de comprensión a la adversidad y el dolor humano.
Bien pudo el doctor Novas utilizar otros argumentos para negar la plaza, lo que es inadmisible en un médico y mucho más en un profesionista subvencionado con dinero público y peor aún, avecinado en una tierra que no es la suya, es expresarse de ese modo y conducirse con tan poca calidad humana de un semejante.
Lo menos que podemos exigir al doctor Novas Valdez es que ofrezca una disculpa pública a la persona afectada y otra al pueblo de Yucatán, que generosamente lo ha recibido. Sus superiores deberían tomar nota de lo acontecido y aplicar las medidas disciplinarias correspondientes.
Pero que le vamos a hacer, el desprecio al pueblo yucateco es el distintivo del gobierno que encabeza Mauricio Vila y esto solamente podremos revertirlo, votando en contra en los próximos comicios y aprovechando la oportunidad legal que ofrece la revocación de mandato.
Seguimos pendientes...
Tal es el caso del Hospital de la Amistad Corea-México, donde al calor de las autoridades estatales en turno, accedió al cargo de director médico, el doctor Agustín Novas Valdez, un cubano avecindado en estos lares, que en vez de agradecer la hospitalidad de esta tierra, que lo recibió cuando era un muerto de hambre, se dedica a discriminar a la población oriunda de nuestra entidad.
Resulta que en días pasados, se presentó a solicitar empleo al referido nosocomio, una persona con un problema en la rodilla.
La plaza que se solicitaba era en el almacén. Al acceder a la presencia del funcionario, éste no se percató que la persona solicitante utilizaba un bastón para caminar. El solicitante fue atendido y el tiempo transcurrió, al no tener noticias de su solicitud de ingreso, preguntó a un conocido que labora en el referido centro hospitalario, que le refirió que al percatarse el doctor Novas que el aspirante utilizaba un apoyo funcional, expresó con desprecio que no iba a meter al hospital a un maldito cojo, situación que va totalmente en contra no solo de la naturaleza humanitaria de la labor médica, sino que también contradice la misión de todo nosocomio, que es eminentemente humanista y de comprensión a la adversidad y el dolor humano.
Bien pudo el doctor Novas utilizar otros argumentos para negar la plaza, lo que es inadmisible en un médico y mucho más en un profesionista subvencionado con dinero público y peor aún, avecinado en una tierra que no es la suya, es expresarse de ese modo y conducirse con tan poca calidad humana de un semejante.
Lo menos que podemos exigir al doctor Novas Valdez es que ofrezca una disculpa pública a la persona afectada y otra al pueblo de Yucatán, que generosamente lo ha recibido. Sus superiores deberían tomar nota de lo acontecido y aplicar las medidas disciplinarias correspondientes.
Pero que le vamos a hacer, el desprecio al pueblo yucateco es el distintivo del gobierno que encabeza Mauricio Vila y esto solamente podremos revertirlo, votando en contra en los próximos comicios y aprovechando la oportunidad legal que ofrece la revocación de mandato.
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