Dicen quienes saben de política, que Jean Armand Duplessis, Conde de Richelieu fue uno de los políticos más brillantes de su tiempo. Un hombre cuyo poder y riqueza, se decía, sobrepasaba sobradamente a los del mismo rey. Incluso hay quien asegura que el propio Richelieu decía, que no había en la noche, diferencia alguna entre el rojo del hábito cardenalicio y el color del manto real. Pero incluso el mismo Richelieu se sabe, basó su éxito en los consejos y sugerencias de un personaje muy poco conocido, en su secretario particular, el llamado Padre José, catalogado por los allegados al ministro, como la Eminencia Gris, al compararlo con la inteligencia creadora del cerebro y con el anonimato que rodeaba su quehacer.
Como en la Francia de los Luises, en la Mérida actual, la influencia de personajes poderosos, que operan en la sombra, no puede en modo alguno soslayarse. Hagamos si les parece, apreciados lectores, un poco de historia.
El gobierno de Renán Barrera no se caracterizó por su pulcritud y su eficiencia. El de Renán fue un gobierno ególatra, soberbio, distanciado de la militancia, de la gente y de los medios y que generó multitud de escándalos, prevaleciendo en ellos un acendrado tufo a corrupción. Muy mal balance a no dudar, pero por lo menos los que ideaban las barbaridades, eran panistas: Renan y sus adláteres.
Con la llegada de Mauricio Vila al gobierno municipal, muchos de estos aspectos se han acentuado e incrementado y para peor, se percibe una intención de continuismo, un deseo de perpetuarse en el poder y conservarlo a toda costa, apoderándose del partido, porque ello permite, no solo decidir las candidaturas a los distintos cargos con posibilidad de ganarse, sino incluso manejar las migajas, en caso de escenarios adversos y manejar el presupuesto, lo que a la postre significa control de la gente.
Pero para mala suerte del PAN y los panistas, todos estos males, especialmente el distanciamiento con la militancia y la persecusión y represión de todas las voces discordantes, se agravan, pues el diseño de todas las medidas punitivas, es por obra y gracia de alguien que ni siquiera es panista y al que en consecuencia, le importa un bledo lo que ocurra a la ciudad y los panistas, toda vez que se trata de alguien que no tiene el mismo origen y que por lo tanto, carece de la formación e ideales consustanciales al blanquiazul.
En efecto, la suerte del PAN y los panistas esta en manos de Roger Torres Peniche, un desarraigado politico, al que en otros partidos no quieren ni regalado, que maneja a su antojo, como verdaderos títeres, al alcalde y al dirigente municipal de Mérida y ha podido contagiar su ambicion al lider estatal panista.
¿Qué es lo que logra que Roger Torres obtenga esta preeminencia? Una mezcla a partes iguales de habilidad, descaro, creatividad, carencia de escrupulos y sobre todo, una ambición desmesurada, que es capaz de transmitir por contagio.
Anteriormente ya Roger Torres se había constituido en el factotum de una figura emergente del panismo, pero una operación política valiente, encabezada por un líder carismático como Huacho Diaz Mena, dio al traste con sus sueños.
Esta vez, con un Huacho Diaz carente del genio de los operadores que le permitieron conseguir la hombrada de dejar al poderoso asesor chasqueado, Roger Torres siente que es inevitable que su pupilo consiga primero la nominación partidista y posteriormente la gubernatura y para ello, su fórmula es sencilla: la suma de las codicias, negociar con los liderazgos panistas y darles lo que piden, a cambio de forzar la imposición de candidatos a los diversos cargos de eleccion, en aras de preservar la supuesta unidad del partido.
Esta situación es por completo contraria a la genética panista, que privilegia la democracia y la competencia interna, como principios garantes de la vocación democrática del partido.
Desde luego, lo que trata de exacerbar Roger Torres son las bajas pasiones de los panistas, toda vez que no se fue de su partido como otros, buscando oportunidad y competencia, sino que defeccionó de los colores que decía defender, buscando nada mas satisfacer sus intereses. Por eso la propuesta de operación política de Roger Torres es la mas antihumanista y antipanista que pueda existir, porque no forja cuadros, sino los compra. Recordemos el pirateo de operadores de que fue víctima Raul Paz, cuando pretendía ser candidato a la alcaldía.
Tal es el estilo de Roger Torres: negociar en lo oscurito. Roger por formación no cree en la democracia interna, ni en la libre competencia. No cree en la solidaridad, ni en la generosidad. Para él, el adversario es un obstáculo, que es preciso destruir y apartar del camino. No cree en la suma, no esta dispuesto a compartir, a menos que hacerlo garantice el acceso al poder.
Así pues, la suerte del PAN y los panistas esta en manos de un individuo, para el que el único valor del partido es meramente utilitario, pues le proporciona el membrete que requiere para competir.
¿Permitirán los panistas a un extraño apoderarse de su partido e imponer su voluntad, a través de colocar candidatos por dedazo?, ¿Quedan en el PAN hombres y mujeres con dignidad, dispuestos a dar la batalla por el honor, por la libertad, por la conciencia, por los valores partidistas?
¿Se darán cuenta los panistas que Roger Torres no tiene amigos, sino que usa la gente?, ¿se darán cuenta los panistas que su decadencia moral inició cuando abrieron las puertas del partido a esta clase de personajes nefastos?, ¿Lo que pretenden Roger Torres y sus marionetas es la patria ordenada y generosa y la vida mas digna y mas justa para todos, que dijeron los fundadores? Ojalá y haya quien alce la mano, si no es así, el PAN en nuestra ciudad y nuestro estado, esta perdido. Veremos...
Comentarios
Publicar un comentario