¡Este Chucho!

El panismo meridano esta en manos de Jesús Pérez Ballote porque así lo ha querido Mauricio Vila, es decir Roger Torres, que es quien hace y deshace en lo concerniente al rumbo político de las aspiraciones del alcalde de nuestra ciudad y decide cuáles son los elementos que les resultan útiles o estorbosos. En este caso, Chucho es una pieza de capital importancia para el control de los militantes, en ruta a una elección interna e incluso si hubiera una imposición disfrazada de decisión cupular, para el adecuado manejo de los inconformes y sus reclamos.
Por ende, la figura del actual presidente del comité municipal del PAN de Mérida reviste mayor importancia. ¿Quién es Chucho Pérez Ballote? Es un ex dirigente estudiantil famoso no por su trabajo o su apoyo hacia sus representados, sino por un escandaloso video que protagonizó en completo estado de ebriedad, en el que se dejaba ver con damas de dudosa reputación y en donde se expresaba de manera burlona de la situación. Peor aún, Chucho Pérez Ballote es conocido por su afición a las fiestas, a las bebidas espirituosas y a la compañía femenina. También es del dominio público su amor por los tratos escabrosos. De ahí el sobrenombre de Chucho Chayote con que es reputado en el ámbito de la política partidista.
Contrario a lo que parece, bien ya lo dijo Raul Paz Alonzo, el gurú supremo del panismo, no es lo mismo ser que parecer, Chucho no es lo que parece, viene igual que su consorte de una familia de clase media baja y por eso resulta sorprendente la casa que posee, los vehiculos y su tren de vida, toda vez que con antelación ha ocupado solo cargos de menor importancia, que no implicaban una remuneración mayor de veinte mil pesos al mes. De hecho, esa es la cantidad que nominalmente recibe a la fecha, algo más de veinte mil pesos mensuales. ¿De dónde entonces salieron los fondos para pagar dos fiestas rumbosas, una dirigida a 1500 personas y otra a medio millar en la quinta Montes Molina?
Pero lo que más se cuestiona de Chucho Chayote no es su escandaloso modo de vida, alejado completamente del estilo panista, sino su desempeño partidista. Baste observar para ello, que su propuesta principal siendo candidato a la presidencia del comité municipal de Mérida fue no cobrar la entrada para la fiesta de Navidad y que toda vez que asumió el cargo, en vez de dedicarse a gestionar a favor de los panistas, o en vez de procurar hacer estructura, se ha dedicado a organizar fiestas y pachangas para tener contenta a la militancia. Ni siquiera se ha significado como un crítico constante de sus adversarios políticos. Chucho Chayote es un oportunista político al que no le importa en lo más mínimo el partido que dice representar, ni sus agremiados, sino que solo le interesa sacar adelante el proyecto político de Mauricio Vila, al cual se debe, porque le garantiza vigencia política e impunidad.
Ahora, con motivo de su enlace civil y religioso, que suficientes dudas despiertan per se, en lo concerniente al sufragio de los gastos que implican, se añadió el de un pintoresco viaje a Dubai, que Pérez Ballote adjudica a la munificencia de su suegro. Lo anterior, sin aportar mayores pruebas de que en efecto, haya sido su padre político el responsable de erogar alrededor de 80 mil pesos en el periplo. Gasto que de haberse realizado, dejó indudablemente constancias, que en aras de la transparencia a la que son tan aficionados los panistas, sería bueno que hiciera públicos.
Lo peor para el panismo y los panistas, es la campaña de cooptación y represión realizada desde el comité municipal de Mérida, donde si no se está a favor de los planes de Mauricio Vila, el reacio es visto como enemigo encarnizado y reducido al aislamiento, el ostracismo y la pena de infamia, pues se le exhibe como elemento de disolución política.
El panismo meridano debe exigir a Chucho Pérez Ballote transparencia y rendición de cuentas y que se ponga a realizar las labores propias de su cargo, de manera eficiente e imparcial, para garantizar la viabilidad de una elección interna y con ello, proporcionar piso parejo a todos los interesados. El panismo de nuestra ciudad y los meridanos en general, deben interesarse en lo que haga o deje de hacer Jesús Pérez Ballote, como ciudadano y como dirigente. Será saludable cerciorarse si es capaz de trascender las nubes de duda y el tufo a artimañas que lo envuelven. Sobre todo, será interesante saber si los panistas meridanos serán capaces de alzar la voz y aporrear la mano para decir ya basta y poner punto final a la manipulación de la que hasta ahora han sido víctimas, de parte de Mauricio Vila, Roger Torres, Raul Paz y Chucho Pérez Ballote o se inclinarán mansamente para obedecer las órdenes de sus dirigentes, por inicuas que sean. Al tiempo...

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