Doble Moral
Mauricio Vila es un hombre de doble moral. Dice una cosa y hace otra. No tiene palabra, no tiene ética, no tiene honor. Raul Paz puede dar fe de ello. Al actual presidente panista le consta la manera en la que Vila, por un lado acordaba apoyarlo en sus aspiraciones hacia la alcaldía y ser candidato a diputado por el IV distrito federal; y como por el otro, maniobra bastante para desestabilizarlo, pirateándole gente y agitando a la militancia, para indisponerlo con la opinión pública.
Como gobernante, Mauricio Vila no ha sido diferente y la mentira, la simulación y el engaño, han sido los rasgos característicos de su administración. Por eso inició con una teatral renuncia al uso del vehículo y teléfono oficiales, que le correspondían en su calidad de presidente municipal. Pero de inmediato dio marcha atrás, al nombrar cuatro vicealcaldes, cuyo sueldo mensual por cabeza, es de más de 80 mil pesos mensuales, más prestaciones.
Vila continuó con su juego de doble moral, diciendo que debía eficientar las funciones del ayuntamiento, pretexto que ha utilizado para sacar gente incómoda, que no se presta a sus enjuagues y no es parte de sus intereses, para disparar, por otro lado, el número de empleados municipales, si bien hay que decir, que la enorme y abrumadora mayoría, carece de todo género de seguridad social, prestaciones y certeza jurídica.
Vila ha criticado públicamente el gasto de administraciones precedentes a la suya, en materia de publicidad, pero ha llevado a dimensiones insólitas, el gasto en la materia, pagando a prácticamente todos los medios de la localidad, para difundir su quehacer, pero sobre todo, para soslayar sus errores. Aquí en este rubro, su conducta contrasta notablemente con la del gobernador, pues mientras que el titular del ejecutivo estatal decidió prescindir de todo gasto protocolario y de ceremonial en su informe de gobierno, Vila pagó importantes cantidades de dinero a diversos medios para difundir su informe, como también anteriormente dimos a conocer con copias de facturas.
Vila y su administración han dicho respetar la dignidad de la persona, pero no han tenido empacho para favorecer de manera descarada a militantes de su partido, otorgándoles empleo de manera totalmente contraria a la ley; y pasando por encima de las más elementales garantías de empleados, que ha utilizado como chivos expiatorios, de desatinos y yerros cometidos por funcionarios de alto nivel, como sucedió en el caso de la jirafa muerta en ANIMAYA.
Amén de lo anterior y desmintiendo el discurso que lo lleva a quitar el uso de vehículos, gasolina y teléfonos celulares a directores de las diferentes dependencias municipales, Vila ha propiciado el dispendio, el derroche y el imperio de la ocurrencia y el capricho, al autorizar gastos innecesarios de los que ya hemos dado cuenta: en flores, en tazas, en fistoles, en carpetas, en plumas y otros objetos promocionales. Y sorprendentemente ha aprobado gastos insólitos como la compra de guayaberas, realizada por uno de sus vicealcaldes, Sergio Chan Lugo, con cargo al erario público.
Mauricio Vila dice ser muy respetuoso de la legalidad, pero sigue pagando un contrato de arrendamiento notoriamente inmoral y contrario a derecho, como es el instrumento por el que el municipio renta el predio de la calle 7 de la colonia Garcia Ginerés, viciado de falsedad e ilegalidad desde la administración municipal anterior, como también hemos acreditado con documentos legales.
Ahora Mauricio Vila se dispone a medrar a través de los ingresos legales en ilegales que significa la realización del carnaval de nuestra ciudad, para lo que convenientemente cierra los ojos a la vista de las ilegalidades cometidas por altos funcionarios de su administración, que hacen pingües negocios con facturas, o que por lo menos se niegan a conocer las pruebas de lo anterior, como es el caso de las irregularidades dadas a conocer por integrantes de la agrupación Acciones Líderes, en cuanto a Cecilia Patrón Laviada, directora de Desarrollo Social del Ayuntamiento de Mérida.
Acorde a sus planes de obtener el poder a toda costa, Vila ha manipulado a sus testaferros Raul Paz y Chucho Pérez Ballote, para aparentar una fingida unidad del panismo a los ojos de la militancia. Pero esto es solo otra de las falacias que Vila Dosal trata de difundir y hacer creer, puesto que el panismo repudia las imposiciones y dedazos, aunque no se atreve a decirlo en voz alta.
Mauricio Vila miente, inició mintiendo, gobierna a base de mentiras y mentirá todas las veces que sea necesario, con tal de lograr sus objetivos. El suyo es el ejemplo típico de la doble moral que caracteriza a los políticos.
Atención meridanos, atención panistas, a Mauricio Vila no le importa cometer cualquier vileza con tal de conseguir sus objetivos. No es panista, no le importa el partido y mucho menos su militancia, solo usan el logotipo a conveniencia, para cristalizar sus objetivos. Abran los ojos, aún es tiempo...
Solo se que el PLan Maestro de Movilidad no se está realizando como se presentó en el Fiesta Americana en Diciembre del 2015 solo estan chan pavimentando como SIEMPRE
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