Esta Triste Mañana de Domingo
Besa tenue la lluvia mi ventana,
como llanto de Dios, con triste ritmo;
y difunde en mi cuarto la nostalgia,
con dramática voz de cataclismo.
Tonos grises mi calle desparrama,
con acentos de luto y maleficio,
en mi rostro palpita la distancia;
y el deseo tenaz de estar contigo.
Muchas cosas cambiaron a mansalva,
¿habrá sido lo nuestro un espejismo?,
qué tejimos con juegos y plegarias,
a despecho del tiempo y sus peligros.
Ojalá que un milagro cancelara,
esta triste mañana de domingo...
Jacobo Niebla
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