El Parque de Deportes Extremos, Un Fraude
El 23 de agosto de 2015, el ayuntamiento de Mérida, anunció pomposamente que el alcalde Renán Barrera inauguraba el parque de deportes extremos, mismo que se ubica
en la calle 67 por 138 de la colonia Nora Quintana, la inversión sería, informó el gobierno municipal, de
aproximadamente 79 millones de pesos. Con este parque se buscaba dar un doble
servicio a la ciudadanía: dotarlos de un nuevo espacio de
recreación y convivencia familiar; y librar a los
vecinos de un lote baldío, motivo de quejas. El proyecto original prevía que el parque contara en la entrada principal con un símbolo en forma de X de 15 metros de altura; andadores que comunicaran las
diferentes secciones; juegos infantiles para niños de dos a seis años; muros
de escalar; tirolesa; rampas, barandillas y escaleras para saltos y
recorridos para patinetas; pista de bicicross con 350 a 500 metros
con obstáculos; zona de gotcha; zona de roller derby; bancas, mesas y
áreas verdes.
Ese era el proyecto original, un catálogo de buenas intenciones. aquí es preciso señalar que en agosto de 2015, lo que se inauguró no fue la obra en su totalidad, sino únicamente la primera etapa, que se dijo tuvo un costo de 12 millones de pesos, que todo mundo cuestionó donde estaban, quedando la finalización de la obra, a cargo de la administración entrante, encabezada por Mauricio Vila, que se dijo, sería la responsable de asignar los recursos necesarios para concluirla.
Se sabe que Mauricio Vila fue cuestionado al respecto; indicando que el sitio no estaba abandonado, sino en resguardo de la Dirección de Obras Públicas, que aseguró lo pondría a disposición de Desarrollo Humano, para que comenzara a operar, subrayando que se realizaría una asignación presupuestal al efecto, que provendría de los recursos federales a disposición del municipio. Eso sí, aprovechó para destacar que el costo final de la obra se incrementaría sustancialmente, pasando de alrededor de 79 millones de pesos a 160 millones. Más del doble. Como puede deducirse a partir de las declaraciones del primer edil, es obvio que Vila pensó en poder realizar un productivo bisne, pero se sabe de manera extraoficial, que tres constructores allegados al alcalde, dejaron abandonado el proyecto. De tal suerte, el Parque de deportes extremos es hoy día, un terreno yermo, que sirve como basurero y como punto de reunión de malvivientes. Es de sentido común discurrir que ambos alcaldes panistas: Renán Barrera y Mauricio Vila solo han mentido y engañado a la sociedad, haciendo creer que se realizaría una obra de vanguardia, pero todo ha sido un descomunal fraude, un vil engaño de esos dos bribones.
Como puede notarse, Mauricio Vila y Renán Barrera son dos mentecatos cortados con la misma tijera: ambos son mentirosos, ambos no cumplen su palabra y ambos no dejan pasar la menor oportunidad de obtener ganancias indebidas a partir del ejercicio de sus funciones; y cuando esto no ocurre, simplemente son víctimas de repentinos ataques de amnesia, que los llevan a olvidar el tema.
Resulta francamente lamentable para los meridanos que sus recursos se dilapiden de manera irresponsable. Pero peor aún es que nadie pida cuentas a Renán Barrera por una obra, que evidentemente no existe y que implicó la erogación de millones de pesos.
Renán Barrera es un bribón, un mentiroso y transa, que no solo no es digno de volver a ser alcalde de nuestra ciudad, sino que por su evidente cinismo y corrupción, debiera ser encauzado legalmente, para que rinda cuentas, se le exijan responsabilidades y sea castigado por las ilegalidades cometidas, como a derecho corresponde.
Renán Barrera debe ir a la cárcel. No nos cansaremos de decirlo y si los panistas tuvieran un mínimo de dignidad y de verguenza, deberían negarse a pedir el voto de la ciudadanía en su nombre, porque hacerlo sería una desmesurada muestra de cinismo y de descaro.
Seguiremos refrescando pues, la memoria de los meridanos, para tratar con ello de que tomen la mejor decisión para bien de nuestra ciudad y quienes vivimos en ella.
Seguimos pendientes...
Ese era el proyecto original, un catálogo de buenas intenciones. aquí es preciso señalar que en agosto de 2015, lo que se inauguró no fue la obra en su totalidad, sino únicamente la primera etapa, que se dijo tuvo un costo de 12 millones de pesos, que todo mundo cuestionó donde estaban, quedando la finalización de la obra, a cargo de la administración entrante, encabezada por Mauricio Vila, que se dijo, sería la responsable de asignar los recursos necesarios para concluirla.
Se sabe que Mauricio Vila fue cuestionado al respecto; indicando que el sitio no estaba abandonado, sino en resguardo de la Dirección de Obras Públicas, que aseguró lo pondría a disposición de Desarrollo Humano, para que comenzara a operar, subrayando que se realizaría una asignación presupuestal al efecto, que provendría de los recursos federales a disposición del municipio. Eso sí, aprovechó para destacar que el costo final de la obra se incrementaría sustancialmente, pasando de alrededor de 79 millones de pesos a 160 millones. Más del doble. Como puede deducirse a partir de las declaraciones del primer edil, es obvio que Vila pensó en poder realizar un productivo bisne, pero se sabe de manera extraoficial, que tres constructores allegados al alcalde, dejaron abandonado el proyecto. De tal suerte, el Parque de deportes extremos es hoy día, un terreno yermo, que sirve como basurero y como punto de reunión de malvivientes. Es de sentido común discurrir que ambos alcaldes panistas: Renán Barrera y Mauricio Vila solo han mentido y engañado a la sociedad, haciendo creer que se realizaría una obra de vanguardia, pero todo ha sido un descomunal fraude, un vil engaño de esos dos bribones.
Como puede notarse, Mauricio Vila y Renán Barrera son dos mentecatos cortados con la misma tijera: ambos son mentirosos, ambos no cumplen su palabra y ambos no dejan pasar la menor oportunidad de obtener ganancias indebidas a partir del ejercicio de sus funciones; y cuando esto no ocurre, simplemente son víctimas de repentinos ataques de amnesia, que los llevan a olvidar el tema.
Resulta francamente lamentable para los meridanos que sus recursos se dilapiden de manera irresponsable. Pero peor aún es que nadie pida cuentas a Renán Barrera por una obra, que evidentemente no existe y que implicó la erogación de millones de pesos.
Renán Barrera es un bribón, un mentiroso y transa, que no solo no es digno de volver a ser alcalde de nuestra ciudad, sino que por su evidente cinismo y corrupción, debiera ser encauzado legalmente, para que rinda cuentas, se le exijan responsabilidades y sea castigado por las ilegalidades cometidas, como a derecho corresponde.
Renán Barrera debe ir a la cárcel. No nos cansaremos de decirlo y si los panistas tuvieran un mínimo de dignidad y de verguenza, deberían negarse a pedir el voto de la ciudadanía en su nombre, porque hacerlo sería una desmesurada muestra de cinismo y de descaro.
Seguiremos refrescando pues, la memoria de los meridanos, para tratar con ello de que tomen la mejor decisión para bien de nuestra ciudad y quienes vivimos en ella.
Seguimos pendientes...
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