La Interesante Vida de un Topógrafo

En amena entrevista realizada en la Dirección de Asuntos Agrarios del gobierno del estado de Yucatán, Guillermo Can Cetina, nos indicó que la labor que junto con sus compañeros desarrolla, es medular para el quehacer de la mencionada dependencia, para resolver problemas de límites entre ejidos, con pequeñas propiedades o incluso para encontrar núcleos de tierras que se hayan extraviado y no sea posible ubicar en los mapas o haya confusión o duda entre lo señalado por los títulos de propiedad. Nuestro entrevistado indicó que su actividad es prodiga en experiencias de todo tipo, incluso algunas chuscas y que les reafirma como servidores públicos, la intención de ser personas útiles a las comunidades y sus habitantes. Conocer el Estado.- Con más de 17 años de servicio, Memo, como cariñosamente le llaman sus compañeros, afirma haber dado ya, varias vueltas al territorio del estado, haber tenido la oportunidad de conocer estados circunvecinos y sobre todo, haber tenido la posibilidad de convivir de manera directa con los habitantes de nuestra entidad y conocer in situ, su manera de pensar, sus creencias, sus tradiciones y su humor. Sin Horario.- Can Cetina indicó que el trabajo que realiza un tipógrafo tiene su parte medular en campo y por lo mismo es sin horario, desde que llegan a sus oficinas a las siete de la mañana. Agregó que la naturaleza de sus funciones, los obliga a conocer las normas de la legislación en materia agraria vigentes e incluso a desarrollar facultades de negociación, pues de pronto llegan a lugares donde hay conflictos y deben convencer a las partes de la conveniencia de permitirles realizar su trabajo, para resolverlos. Además de lo anterior, expresó que deben realizar tareas de gabinete como cálculos, planos y realizar visitas para hacer consultas al Registro Agrario Nacional, como parte de sus responsabilidades. La Manera de Trabajar.- Lo primero que hace al llegar al lugar donde lo comisionaron es buscar los planos donde estén las coordenadas del ejido. Después acude a las personas que realizan el trabajo de brecheo y con ayuda del GPS va localizando las coordenadas. Posteriormente se ponen marcas llamadas balizas cada veinte metros para llevar las coordenadas y el sentido que lleva la brecha. Las balizas deben ser maderas derechitas que se cortan en el monte, porque de estar chueca, se va perdiendo el rumbo. Las balizas se pintan de rojo para poder ser visibles en la densidad del monte virgen. Un topógrafo debe medir entre 70 y 80 hectáreas por día. El trabajo de abrir monte virgen es el más complejo, aunque en todas las tareas del topógrafo siempre ayudan los ejidatarios, que son los más interesados en que el trabajo se haga correctamente, aunque hay que organizarlos. En lo personal, siempre pido grupos de 5 a 7 personas, que son fáciles de manejar porque es más fácil asignarles tareas, señala. Si son agrupaciones mayores ya se complica el asunto, porque los ejidatarios se distraen platicando o bromeando entre ellos y todo se retrasa, subraya. Lo Más Difícil.- La parte más difícil del trabajo es tener que convencer a los participantes de un conflicto, de la necesidad de hacer la tarea de deslinde, para verificar las dimensiones de los terrenos en pugna. Ya que esto se logra, se puede trabajar, porque la gente de campo a veces es obstinada y es difícil hacerla cambiar de idea, destaca nuestro entrevistado. Secuestrado y Rescatado Por Barraza.- La tarea más complicada que le ha tocado es ubicar una brecha de ajuste (que no aparece en el mapa) en el ejido de Chunchumil, en el municipio de Maxcanu, donde llegó y al identificarse, le dijeron que si había interesados en la labor, que fueran a hacerlo los funcionarios que lo habían enviado. Me privaron de mi libertad, encerrándome en un cuarto, desde las diez de la mañana que llegué hasta a eso de las tres de la tarde en que fue la policía a rescatarme, recuerda. Solo porque un ejidatario me preguntó si quería que le avisara a alguien de mi situación y me facilitó un teléfono con el que avisé a la entonces directora de Asuntos Agrarios, que a la vez dio parte a la policía, pude ser rescatado por el difunto comandante Carlos Barraza Beltrán, que llegó al mando de un convoy de antimotines para liberarme y me sacó a bordo de una camioneta. Al momento de subirme, Barraza me cuestionó por el motivo para que me retuvieran y le expliqué que simplemente los ejidatarios no estaban de acuerdo con la diligencia decretada desde Mérida y que por estar en su pueblo, les indiqué que no podía oponerme a su determinación, pese a que solo cumplía con mi trabajo. Menos mal que no pasó a más, tuviste suerte, me comentó el fornido policía, al que nadie se opuso cuando dijo que iba para traerme de regreso a Mérida, pues estaba grandote, sonríe. Riesgos de Trabajo.- En el trabajo corremos el riesgo de sofocarnos en el monte alto, donde no circula el aire, de caernos y lastimarnos o de ser mordidos por una culebra, antes salíamos con una dotación de un medicamento anticrotálico llamado Viperol, pero ahora ya no, debido a que prácticamente en cada municipio hay una unidad medica, donde es posible recibir atención, destaca. Hace poco una ochcan se andaba metiendo en el hueco de un árbol y me di cuenta que era una culebra inofensiva, decidí jugarle una broma al comisario que me acompañaba y le pedí que pasara adelante a señalarme el camino, no bien hizo esto, cuando la serpiente asomó y el comisario pegó un brinco que casi cae sobre mí. Es una ochcan, no te hace nada, le dije. Lo sé, pero es que salió de sorpresa y me asustó, me dijo el comisario, tratando de recuperar la respiración, resalta sonriendo. Machetazos.- En una ocasión me tocó trabajar en Cepeda, comisaría de Halacho y se trataba de un asunto en el que las partes en conflicto eran dos hermanos. Al momento de ir a hacer la tarea, de pronto vi que se acercaron e hicieron de palabras, pero luego por la distancia y la naturaleza de mis funciones, me distraje y no le tomé importancia al incidente. Lo que no supe es que se agarraron a machetazos y hubo un herido, hasta que fui citado por el ministerio público para declarar como testigo de lo acontecido. Lo Menos Común y lo Más Curioso.- Lo menos común que hacemos es deslindar medidas con propiedades y lo más común es encontrar coordenadas que no son fijadas en los planos, indica. El nuestro es un trabajo donde hay de todo, menciona. Lo más curioso que me ha pasado, aconteció en El Cuyo, que colinda con Kantunilkin, que ya es Quintana Roo, donde hubo la necesidad de entrar a un manglar. Estando ahí, de pronto siento que algo se hundió a mi lado con estrépito y al voltear a ver, era un cocodrilo que se había sumergido. Hasta blanco quedé del susto, rememora. Los Aluxes, la Xtabay y Los Señores de la Tierra.- En el ejercicio de mi trabajo, he podido comprobar la existencia de los aluxes, relata. En Homun hay un cerro de piedras, donde hay un nicho que siempre tiene una veladora encendida y la gente que pasa, debe cerciorarse que siempre haya una prendida. Debajo del cerro viven los aluxes, menciona. Si uno pasa y no enciende la veladora, hay el riesgo de perderse en el monte o que el trabajo no salga bien, comenta. No me ha tocado saber nada de la Xtabay, platica. Se de algunas personas que se han perdido en el monte y los ejidatarios hablan de la Xtabay, pero en lo personal más bien creo que se perdieron en el monte y no pudieron encontrar el camino, debido a que la lluvia transforma el paisaje, nos indica. Se de algunos lugares donde para poder trabajar hay que pedir permiso al señor de la tierra, a través de ritos como el chachaac, pues de lo contrario, siempre hay algo que te asusta: oyes pasos detrás de ti, volteas y no hay nada, oyes árboles caer, sin que esto ocurra y cosas por el estilo. Los Montes de Yucatán Están Encantados.- Estoy convencido que los montes de Yucatán están llenos de magia, al andar por ellos, se siente una vibración y una energía de las que carecen los de otros estados del país. Hasta Que Dios Quiera.- Mi trabajo me ha dado la satisfacción de conocer mi estado, su gente y sus costumbres y espero poder seguir tanto tiempo como Dios me lo permita, reflexiona. No hay mayor satisfacción que servir a la gente humilde y recibir en la calle el testimonio de su gratitud. Eso para mi, por fortuna es algo frecuente, por eso siempre pregunto de que comunidad viene quien me saluda y siempre recordamos con agrado las circunstancias en que nos conocimos, concluye. Para Servirle.- La Dirección de Asuntos Agrarios del gobierno del estado, se ubica en la calle 49 numero 490 del barrio de Santa Ana, en el centro de esta ciudad y su teléfono es el 923 42 39. Su titular es el licenciado Enrique Alfaro Manzanilla.

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