La Fiebre Futurista

Recientemente un par de encuestas publicadas en una revista local, desataron la fiebre futurista en los principales partidos políticos de nuestra entidad. La razón es muy sencilla: la revista preguntaba a sus lectores, cual consideraban que sería el mejor candidato para la primera magistratura estatal, tanto para el PRI, como para el PAN. Los resultados no dejaron de ser sorprendentes para muchos, pues en el caso de los tricolores, la encuesta no incluía al actual secretario de educación, Victor Caballero Duran, que es vox populi que sueña con ser candidato a gobernador y arrojaron cifras, que causaron asombro en algunos. Si tomamos en cuenta que se trata de un ejercicio que desconocemos si posee candados para evitar manipularse, podemos comprender que a pesar de su bonhomía, el doctor Berlín Montero, aventaje por casi cuatro puntos a gente que por su calidad de legisladores como son Jorge Carlos Ramírez Marin y Liborio Vidal, tienen una exposición mediática consistente y que implica un importante grado de conocimiento. Del mismo modo, sorprende que el diputado federal Felipe Cervera Hernández solo tenga un lejano tres por ciento, a comparación de Ramírez y Vidal, dado el capital y prosapia que significa su apellido. Como mencionábamos, el hecho de no saber el grado de confiabilidad y los candados con que cuente el sondeo, nos llevan a no darle más importancia que la que debe tener realizar esta clase de ejercicios y más aún, por no figurar todos los aspirantes y por saber que este tipo de actividades, a veces reflejan los intereses de la casa editorial en cuestión. Como no sabemos si una persona puede votar en varias ocasiones o si se permite opinar a seguidores electrónicos o si los partidarios de uno u otro de los participantes fueron avisados del evento, la desconfianza es casi obligatoria y sin embargo, tampoco deben los suspirantes perder de vista la importancia capital de tener una buena percepción de parte de la ciudadanía realizando un buen trabajo y de contar con buena relación con los medios. Reiteramos, todas estas circunstancias nos hacen suponer que los resultados en cuanto al Revolucionario Institucional son de tomarse con cautela. En cuanto a las cifras que arroja la encuesta para el PAN,estas se antojan bastante sensatas: Joaquin Díaz Mena puntuando en la intención rumbo a la gubernatura con un 34 por ciento, por un treinta y dos por ciento del alcalde de nuestra ciudad, Mauricio Vila Dosal y 28 por ciento de Rosa Adriana Diaz, mientras que Renan Barrera se mira lejano con un 8 por ciento y hasta el fondo con 6 por ciento Daniel Avila Ruiz. El motivo porque nos parecen sensatos los resultados es de inicio, que todos los principales aspirantes figuran en el sondeo, del mismo modo, no puede cuestionarse el capital político que posee el diputado federal Joaquín Diaz Mena, tanto por su carisma, como por su trabajo en incluso por su calidad de ex candidato a gobernador. Huacho por todo eso, es un serio contendiente a la candidatura a gobernador. Mauricio Vila marcha en segundo lugar y eso no extraña dada la exposición mediática que conlleva la calidad de alcalde de Mérida. Empero y a pesar de la ingente cantidad de recursos que Vila ha destinado a promoverse y al control político que ejerce sobre los órganos del partido, Vila no cuenta con las simpatías de la militancia no uncida a la ubre municipal, dada su lejanía con las bases y su escasa simpatía personal. Vila basa sus aspiraciones en la confianza que otorga a Roger Torres Peniche, su operador político en jefe. Solamente habría que recordar a nuestro flamante primer edil, que hace no mucho tiempo, Torres Peniche también coordinaba las aspiraciones de Sofía Castro y esta ya llevaba dos años promoviendo sus intenciones y contaba también con recursos de sobra y a pesar de lo anterior, fueron vencidos por Joaquin Díaz Mena, que al frente de un muy capaz equipo de operadores, logró sobreponerse y remontar la ventaja inicial de la pupila del hoy titular de la unidad de gestión estratégica municipal. Es creíble el porcentaje que se atribuye a Rosa Adriana Diaz, pues como senadora ha soltado algunas dádivas a la militancia e invertido un poco en promoción política en algunos medios y hasta se ha realizado cirugías estéticas, llegando al grado de hacer circular bajo el agua el rumor de que es la Ivonne panista. Renan Barrera por su parte, divorciado por completo de la militancia y rechazado de manera manifiesta por ella, basa sus aspiraciones en su relación con Ricardo Anaya y permanece a la espera del dedazo, pomposamente llamado por los panistas "candidatura de unidad". Para finalizar, Daniel Avila Ruiz no es nadie, no significa nada y no cuenta con grupo político propio y si de por sí sus posibilidades ya eran reducidas, se vieron pulverizadas hasta volverse inexistentes, tras el escándalo de los moches en que se vio involucrado. Insistimos en que a pesar de que las cifras en lo concerniente al blanquiazul se antojan sensatas y realistas, existen motivos fundados para la desconfianza y nadie puede dar los resultados como definitivos e irreversibles. Empero, lo que es un hecho, es que si Joaquin Díaz Mena se decide a competir, puede dar al traste con las intenciones de Mauricio Vila de ser candidato a gobernador. En los próximos días el panorama se aclarará y las incógnitas se irán despejando. Tengamos un poco de paciencia.

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