Amor Madrugador
Tengo un amor madrugador,
que de mañana, repentino,
marca en mi piel,
los ritos del placer
y sus prodigios.
Tengo un amor madrugador,
que cada día,
con sigilo,
brinda a mi alma
oscuras serenatas;
y traza en mi boca,
ardientes trinos.
Tengo un amor madrugador,
que pinta sueños infinitos
con los más dulces lenguajes,
que silenciosos compartimos.
Tengo un amor madrugador,
que es tuyo y mío;
y que por eso sabe
los sitios que debe visitar:
los pies,
el cuello,
los oídos.
Tengo un amor madrugador,
que no comulga con ruedas de molino
y cada noche,
baila para mí, secretos ritmos
e ilumina el firmamento de mi lecho,
con sus juegos de artificio,
lo que no solo llena de luz las sombras,
sino también mi corazón de niño...
Comentarios
Publicar un comentario