Amor Madrugador

Tengo un amor madrugador, que de mañana, repentino, marca en mi piel, los ritos del placer y sus prodigios. Tengo un amor madrugador, que cada día, con sigilo, brinda a mi alma oscuras serenatas; y traza en mi boca, ardientes trinos. Tengo un amor madrugador, que pinta sueños infinitos con los más dulces lenguajes, que silenciosos compartimos. Tengo un amor madrugador, que es tuyo y mío; y que por eso sabe los sitios que debe visitar: los pies, el cuello, los oídos. Tengo un amor madrugador, que no comulga con ruedas de molino y cada noche, baila para mí, secretos ritmos e ilumina el firmamento de mi lecho, con sus juegos de artificio, lo que no solo llena de luz las sombras, sino también mi corazón de niño...

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Origen de Mario Millet

LAS TRANSAS DE CHANGOLEÓN

Los Trapos Sucios del INCAY