Genio y Figura
Hay quienes,
de nacimiento enseñan
una marcada propensión
al hurto
y hacen una proeza
de ser ladrón:
de niños,
nos roban sonrisas,
de jóvenes,
se roban besos;
enamorados, roban suspiros;
y ya al extremo,
el corazón.
Se roban el sueño,
los pensamientos;
y hasta el tiempo,
lo que denota
su vocación.
Pero es un hecho
que a Dimas,
nadie le birla
el primer sitio,
pues constituye
un gran honor,
que en un rapto
de inspiración,
inusualmente sublime;
le robó el paraiso
al propio Dios...
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