La Novia Del Mar
La novia del mar suspira
y se asoma,
deseando ver al horizonte
unas velas dibujar,
la novia del mar esboza
una sonrisa triste,
fugaz como gaviota,
que anida hasta la cofa,
y avista presurosa
el turbio parpadear
del cielo,
oteando una sombra
que nunca llegará.
La novia del mar
con lágrimas conmina
a la suerte,
ilusa se imagina
que la conmoverá;
y cuando llega a misa,
solloza y acribilla
con súplicas y ruegos,
la negra cruz de Cristo
en pleno San Román,
La novia del mar intuye
que lo que solicita,
no se le cumplirá;
más llena de esperanza
no falta a las citas
que siempre se concertan
con cada pleamar;
y cuando el vacío
inunda sus pupilas
y ebrio de sevicia
las hace naufragar,
su alma se empecina,
igual que las marismas
e insiste en preguntar
al viento
y a la brisa,
si se han hecho de noticias
de aquel bajel pirata
que ya no arribará...
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