Fábula de la Tristeza

Sucede a veces, que la tristeza es un fantasma pendenciero, que aparece y nos espanta, con sus gritos y sus gestos. También ocurre a veces, que la nostalgia la acompaña a causar miedo; y de pronto, sin saberlo, las lágrimas sacuden nuestros ojos, como a los árboles, el viento. Sucede a veces, que de pronto, la tristeza oscurece nuestro cielo, y con ello, la ternura se congela sin remedio, se nos cierra la garganta y terminan las palabras; y la noche, cuando llega, más que amiga y más que fiesta, es un fastidio y un tormento. Ocurre en ocasiones, que la nostalgia no se marcha ni a empujones; y se instala a nuestro lado a platicar de madrugada de partidas y desvelos. Incluso a veces, la tristeza se emborracha con la ausencia; y su juerga, es un concierto de recuerdos que nos duelen e incomodan, como piedra en el zapato que lastima nuestros dedos. Pero toda esta desazón termina, cuando asoma y brilla el sol de tu sonrisa; y disipa con imperio todas las nubes de desdichas y pesares, con un solo movimiento. Tu mirada, es un mandato soberano, que me envía hasta el amparo de tus brazos y el abrigo de tus besos; y en la seguridad de ese puerto, es que tengo, parafraseando a Benedetti, el astillero donde reparo mis sueños...

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Origen de Mario Millet

LAS TRANSAS DE CHANGOLEÓN

RENÁN BARRERA FORTALECE LA SEGURIDAD EN MÉRIDA