CONTRADICCIONES
Soñé contigo, tripulando una fragata,
tu voz pedía zafarrancho de combate,
audaz lanzabas mil mandobles con tu espada:
con tu mandato, dio comienzo el abordaje.
.
¡Qué espectaculo!, ¡Que batalla entre las aguas!
mil centellas de balas, cual fulgor de alfanjes,
en la cofa, el vigía oteando en lontananza;
en cubierta la brega, enlutando los mares.
Te confieso que no entiendo porque tu traza,
cuanta ira omitida y fiereza en tu semblante,
¡que tormenta en tus ojos!, ¡que galerna en tu alma!
¿Serán las heridas que en silencio callaste?
Los odios añejos te volvieron pirata,
pero añoras botines, sabor chocolate...
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