Madrugada
Desfilan por mi cama,
pesadillas y fantasmas;
poco a poco,
me sumerjo
en el territorio
del insomnio;
y la aurora
es solo breve luz,
que se mira en lontananza.
Las horas evolucionan
y navegan por las aguas,
de un profundo mar de sombras;
el silencio es recurso inevitable
y me ha robado la esperanza;
no me queda más opción que tu recuerdo
y tu nombre es solo eco que se apaga;
con la luna, comienzan
llover las lágrimas;
y mi soledad denuncia,
que es tiempo ya,
de concluir la página...
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