Paráfrasis
Lo admito en ocasiones,
sucede que me canso de ser hombre,
me aburre el quehacer humano
de solo querer ganar fama,
y siempre contar millones.
Lo admito en ocasiones,
sucede que me canso de ser hombre,
de escribir panfletos y poemas,
de forjar patrañas y papalotes.
Lo admito en ocasiones,
sucede que me canso de ser hombre,
me agota callar desánimos
y plasmar verdades a sotto voce.
Lo admito en ocasiones,
sucede que me canso de ser hombre,
me fastidia la hipocresía
y fatigan, sobre todo, las convenciones.
Lo admito en ocasiones,
sucede que me canso de ser hombre,
me harta llorar a solas: mis nostalgias,
mis duelos, mis decepciones.
Lo admito en ocasiones,
sucede que me canso de ser hombre
y envidio a quien disfruta las cosas simples,
con sus instantes de elemental goce;
a quien le basta la naturaleza
y que desdeña galas y honores.
¡Que buena luce la dicha humilde!
¡Que maravillas diera aceptarla!
¡Que simple fuera la vida entonces!
sucede que me canso de ser hombre,
me aburre el quehacer humano
de solo querer ganar fama,
y siempre contar millones.
Lo admito en ocasiones,
sucede que me canso de ser hombre,
de escribir panfletos y poemas,
de forjar patrañas y papalotes.
Lo admito en ocasiones,
sucede que me canso de ser hombre,
me agota callar desánimos
y plasmar verdades a sotto voce.
Lo admito en ocasiones,
sucede que me canso de ser hombre,
me fastidia la hipocresía
y fatigan, sobre todo, las convenciones.
Lo admito en ocasiones,
sucede que me canso de ser hombre,
me harta llorar a solas: mis nostalgias,
mis duelos, mis decepciones.
Lo admito en ocasiones,
sucede que me canso de ser hombre
y envidio a quien disfruta las cosas simples,
con sus instantes de elemental goce;
a quien le basta la naturaleza
y que desdeña galas y honores.
¡Que buena luce la dicha humilde!
¡Que maravillas diera aceptarla!
¡Que simple fuera la vida entonces!
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