Debo Estar Envejeciendo
No me hallo en este mundo, donde hoy las cosas son, de modo opuesto a como me enseñaron debían serlo. Veamos, por ejemplo: el amor no se atreve a decir su nombre, cuando debiera gritarlo a voz en cuello, a las madres les enseñan como evitar a los bebés, en vez de instarlas a tenerlos, se miente y se traiciona en política y comercio, el honor ha sido enviado al desván con los trebejos, la gente se tatúa y cubre de aretes todo el cuerpo, cuando esto solo eran prácticas propias de putas y de presos, se elogia la impudicia, el recato se mira con desprecio; y por tanto, los amores duran lo mismo que tarda en contarse un cuento, la gente niega a Dios, parece que busca el infierno, hasta en los circos la presencia de animales, se ha vuelto un sacrilegio, el mundo canta a la vida, pero prodiga muerte sin saberlo: anhela drogas, rechaza medicamentos, condena el bien, bendice el mal ejemplo; no cabe duda, estoy fuera de tiempo, en definitiva, debo estar envejeciendo...