Yerba Santa




 

(Al Hada del Minarete)


Por sorpresa,

a media noche,

con rumor

de luna

y caracolas;

llegaste a disipar insomnios,

entre sombras.



Repentina,

inaudita,

con gaviotas;

lograste inundar

con esperanzas,

los bordes

de mi cofa.



Inesperada,

súbita,

milagrosa,

transformaste con tu magia,

lo tétrico

de mi atmósfera



Inopinada,

fulgurante,

estruendosa;

me hiciste soñar

de nuevo,

con los besos

de tu boca



Imprevista,

sin aviso,

con las notas

de tu voz

que llega lejos;

canta tu nombre,

un valsecito,

entre las olas…




Jacobo Niebla

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Origen de Mario Millet

LAS TRANSAS DE CHANGOLEÓN

Los Trapos Sucios del INCAY