Incitando

Que la platica un pretexto sea;
y las palabras se vuelvan hoguera,
que las miradas me lleven
incontenibles a tus caderas;
y mis manos se pierdan
en lo insondable de tu cuerpo;
y lo intrincado de tus piernas.
Que las caricias se vuelvan
como una fiesta;
y que tus brazos se tornen
cadenas, que me detengan
y aten a las puertas de tu alcoba,
a la cama donde sueñas,
los amores de un poeta,
dispuesto a brindar estrellas,
con la copa que navega
entre tus labios que queman;
y que llevan a que arda en deseos,
de constatar ese modo flamígero
y conflagrante, con que besas...

Jacobo Niebla

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