Para Que Gane Mérida
Merida no aguanta más. Esta harta de la simulación, del mal gobierno. Merida esta cansada de ser saqueada en nombre de la honradez y de una atención igualitaria que se quedó nada más para el discurso.
Merida esta harta del continuismo, de la intención de prevalecer a través de interposita persona. No solo no se cumplió el ofrecimiento de proporcionar a la ciudad y sus habitantes servicios públicos de primer mundo, sino que se aprovechó el clima de linchamiento hábilmente generado, para distraer a través de operadores políticos preparados ex profeso la atención de la opinión pública y poder así darse vuelo, para realizar los peores ilícitos y despropósitos.
No vale la pena volverlos a mencionar, pues ya todos sabemos cuales son los más sobresalientes. Baste con decir, que aquello que tanto se criticó y achacó a los perennes adversarios, ha sido sobrepasado con largueza. Licitaciones amañadas, desvíos de recursos, caprichos, despilfarro, nepotismo, negocios indebidos en los que intervinieron personajes impedidos legal o moralmente, uso indebido de personal y equipo, presiones y amenazas a los trabajadores para participar en la campaña proselitista del candidato oficial o como cuidadores de casilla para su partido político. Se han cometido toda clase de excesos y se pretende continuar cometiendolos casi a perpetuidad.
De todo esto los meridanos están fastidiados, pero existe un grupo con interés en conservar el poder del que ha hecho su modus vivendi y lo encabezan constructores y empresarios ligados al aprovechamiento de la basura. Ellos han promovido al alcalde en funciones y ellos son los que sustentan a su heredero.
Merida no puede votar por Mauricio Vila, porque no puede sufragar por un candidato que engaña y que miente a sus conciudadanos al ocultar sus propiedades e intereses, así como los de sus familiares, Merida no puede votar por una persona que pretende distorsionar sus orígenes e intereses, Merida no puede votar por un candidato que carece de propuestas, por alguien que requiere colgarse de la sombra de otros, porque la suya no abarca suficiente espacio, Merida no puede votar por una persona que se sabe que en público elogia el juego limpio, pero en la oscuridad se vale de las peores artimañas como tratar de denigrar a sus adversarios o francamente de corromper a quienes los siguen. Merida no puede votar por alguien que significa y representa dar carpetazo y vuelta a la página de la corrupción y las ilegalidades imperantes, por quien representa cien años de perdón para el mandatario en el poder. Merida no puede votar por PAN con lo mismo.
Merida debe buscar algo diferente, un gobierno que privilegie el contacto con el ciudadano, que tome en cuenta sus necesidades, deseos y aspiraciones; un gobierno que no promueva la división y el revanchismo, un gobierno con sensibilidad y orden, que sepa atender con atingencia lo importante, sin descuidar lo urgente. Un gobierno que enfatice la atención individual, sin perder de vista los reclamos sociales más sentidos. Un gobierno como el que postula Nerio Torres Arcila, porque no basta con tener buenas ideas, sino que es necesario tener un equipo que garantice que puedan realizarse. Y si además de lo anterior, aunamos que la administración tenga al frente una buena persona, la fórmula del éxito está asegurada.
Porque es el candidato con mejores ideas y propuestas, con el mejor equipo, porque tiene experiencia, es sereno, lúcido, ordenado, plural, incluyente y sensible, porque además de profesional, es buena persona, la mejor opción es Nerio Torres. Debemos recordar que Merida no tiene otra tonalidad que no sea blanca, que en ella cabemos todos y debemos trabajar para hacerla más grande y más justa.
¡Es hora de cambiar #paraqueganeMerida!
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