PANORAMA EMERITENSE

A Lily Tu voz, es el semáforo que divide noche y día. Cuando asoma, da la orden de iniciar las actividades matutinas; y cuando cesa, autoriza a la noche, dar paso a las tareas noctívagas. Tu voz, les revela a las aves la mañana, con enronquecido tono de sordina, permite al sol ser rey del firmamento, hasta que determina rediseñar al mundo con tu risa. Tu voz, es un concierto de matices, que conforma la más radiante sinfonía; es un orfeón de aves que despierta a Dios, con entusiasta algarabía. Tu voz, es una antorcha que mantiene las estrellas encendidas, tiene el color característico del amor; es el pincel con que una musa con vocación de artista, su entorno más cercano, decora e ilumina. Tu voz, da el banderazo de salida a la carrera por la vida; y llena de luz mi corazón con su cadencia marinera y su perfil aguamarina...

A Lily La nostalgia, es un extraño visitante, que de improviso se aparece, cuando mi corazón vuela por los aires y el silencio, es una maldición que crece. La nostalgia, es pintoresca e irritante, como una bala que no sabe su destino y se convierte en fúnebre anunciante, por capricho, de los juegos macabros de la muerte. La nostalgia, es una sombra murmurante que adormece y desliza hacia el oído, sollozos mal contenidos, obra de trovador herido, ansioso por inspirarse, pero que no se atreve. La nostalgia, es una parte de tu ausencia, que me lleva a relatarte mil sonetos fugitivos que concurren a mi mente, ávidos por rebelarse de tristes y oscuros ritos, rindiéndote homenajes con versos superlativos, hechos con un motivo: para que tú regreses...

A Lily Soñaba de niño, con hadas, castillos, princesas y brujas, viajar tripulando un barco pirata, explorar grandes selvas, descubrir fabulosas riquezas ocultas. Soñaba viajar por el mundo, descender al centro de la tierra, habitar una isla desierta, volar a la luna; cumplir con el viejo ideal de ser caballero, lucir en combate brillante armadura, luchar por el bien, buscar la inocencia más pura. Pasados los años, Soñé ser poeta, lograr el laurel de la fama, poder darle brillo a mi pluma, pero solo obtuve pobreza, sonrisas amargas y epítetos lanzados en tono muy cruel, que insinuaban locura; y hoy que raídas por la fuerza del tiempo, mis ansias de gloria, cansadas se ocultan, consigo el más lindo de mis sueños de niño: Conocer al Hada del Algodón de Azúcar...

Sucede a veces, que la tristeza es un fantasma pendenciero, que aparece y nos espanta, con sus gritos y sus gestos. También ocurre a veces, que la nostalgia la acompaña a causar miedo; y de pronto, sin saberlo, las lágrimas sacuden nuestros ojos, como a los árboles, el viento. Sucede a veces, que de pronto, la tristeza oscurece nuestro cielo, y con ello, la ternura se congela sin remedio, se nos cierra la garganta y terminan las palabras; y la noche, cuando llega, más que amiga y más que fiesta, es un fastidio y un tormento. Ocurre en ocasiones, que la nostalgia no se marcha ni a empujones; y se instala a nuestro lado a platicar de madrugada de partidas y desvelos. Incluso a veces, la tristeza se emborracha con la ausencia; y su juerga, es un concierto de recuerdos que nos duelen e incomodan, como piedra en el zapato que lastima nuestros dedos. Pero toda esta desazón termina, cuando asoma y brilla el sol de tu sonrisa; y disipa con imperio todas las nubes de desdichas y pesares, con ...

El mar de la existencia, es un destino incierto, donde el amor navega frágil como un velero, que despliega osado sus velas al viento; y transita entre tormentas y arrecifes, con la luna a barlovento, llevando bien cargados los cañones y una marinería, de continente fiero, por si avistara en lontananza, el bajel de tu mirada y su silueta de corsario, llevando en proa un par de ojos bucaneros, tocando zafarrancho de combate en la campana, llamado con que saltan de sus vainas, furiosos y brillantes, los aceros; y dado que la brega es inminente, en aras de mi honor de caballero, aguardo el abordaje de tus labios, más te advierto, que me defenderé a sangre y fuego, de los tiros homicidas de tus besos bombarderos, pues tengo, además de ser valiente, un corazón filibustero...

A Leticia Trasunta un verde intenso tu mirada, recorre con sensualidad felina los rostros que la admiran y la aclaman; los cuerpos que se rinden y se humillan. Tus ojos de pantera tienen magia, su influjo mezcla ensueño y brujería, reflejan lo insondable de las aguas; destilan fuego y ascuas que calcinan. destellan como antorchas esmeraldas, la fuerza de su tono me hipnotiza, explotan con pasión y se derraman al fondo de la hoguera de tu risa; tus ojos, cada noche, hasta mi cama, me llevan una luz que escandaliza...

La Sociedad de los Poetas Ebrios, es una honorable asociación a la que pertenezco, junto con mis amigos -guapos y feos-, el grupo exige como requisito indispensable a sus miembros, tener buena garganta, antes que haber escrito un libro de sonetos; de modo que en él, se rinde más culto a Baco, que a Minerva u Orfeo, se bebe más whisky que ambrosía y arde más tabaco que incienso... La Sociedad de los Poetas Ebrios, es un grupo que no pide ser mayor de edad: los hay jóvenes y viejos, su única característica es que reúne gente de peculiar talento: grandes conversadores, polemistas, humoristas, románticos aficionados, escritores y políticos expertos; hombres buenos, seres nobles, generosos y sobre todo, amigos de su tierra y de su pueblo, que saben reir, pero que también lloran, que juntos son un puño; y uno por uno, dedos... La Sociedad de los Poetas Ebrios, es un club tan respetable como cualquiera de su género, al que se entra, como es obvio, estando vivo, pero se sale, solo muerto...

A Angélica Como un grito en la noche, es la liturgia del oscuro ritual de la nostalgia, un concierto de ausencia que desnuda el mas hondo sentir de nuestras almas. Como golpe de mar, porque retumba y declara el amor, en voz tan alta, que no puede ignorarse la denuncia; y es preciso admitir, que duele y sangra la ilusión sometida a la tortura, que envenena las horas a mansalva, donde el único fin que se columbra al continuo flagelo de añorarla, es robarle a la luna taciturna; las mas dulces cadencias y palabras...

Tú eres una de esas mujeres de ojos grandes, inédita protagonista de tórridas novelas, en las que el amor, se hace aventura y lo simple de la vida, se vuelve trama por demás compleja. Tú eres otra de esas mujeres de ojos grandes, de las que habla Ángeles Mastretta, de las que tornan la ciudad, un laberinto y llegan y se van con la marea. Tú eres una de esas mujeres de ojos grandes, de las que tienen arcos triunfales en las cejas, capaces de volar si nos abrazan y que incendian el alma cuando besan. Tú eres una de esas mujeres de ojos grandes, que cuando miran, acarician y golpean, que saben que ser musa de un artista, es una vocación y un juego eterno de serpientes y escaleras. Tú eres una de esas mujeres de ojos grandes, a las que es fácil erigir estatuas reuniéndoles luciérnagas, de las que logran una conflagración llegando al lecho y forjan con silencios, una hoguera. Tú eres una de esas mujeres de ojos grandes, que inspiran heroísmos y proezas, de las que uno se hace adicto y qu...

A Guillo  El Trueno, es un avioncito de papel que construyó mi hijo Guillermo, que lleva un rayo grabado entre las alas y vuela entre la tele y el librero;  El Trueno, es un avioncito de papel que siempre llega con un giro al aeropuerto, que despega sin necesidad de recorrer la pista y rompe records de velocidad y tiempo...  El Trueno, es un avioncito de papel que tiene un niño cachetón como piloto y dueño. El Trueno, es un avión pletórico de amor, que lleva siempre mi corazón de pasajero...

La novia del mar suspira y se asoma, deseando ver al horizonte unas velas dibujar, la novia del mar esboza una sonrisa triste, fugaz como gaviota, que anida hasta la cofa, y avista presurosa el turbio parpadear del cielo, oteando una sombra que nunca llegará. La novia del mar con lágrimas conmina a la suerte, ilusa se imagina que la conmoverá; y cuando llega a misa, solloza y acribilla con súplicas y ruegos, la negra cruz de Cristo en pleno San Román, La novia del mar intuye que lo que solicita, no se le cumplirá; más llena de esperanza no falta a las citas que siempre se concertan con cada pleamar; y cuando el vacío inunda sus pupilas y ebrio de sevicia las hace naufragar, su alma se empecina, igual que las marismas e insiste en preguntar al viento y a la brisa, si se han hecho de noticias de aquel bajel pirata que ya no arribará...

Según cuentan viejas consejas, El Olonés, era un pirata que dejó su corazón anclado al pie de las murallas. Según narra la leyenda, el corsario bordó en su blasón la calavera y dio a la fiereza alojo en su garganta; el Olonés donde pasaba, dejaba una estela de saqueos y un rastro inconfundible de muertos por su espada, hasta que lo atravesaron de parte a parte, los ojos de una campechana: ojos de un azul, tan acerado, como el frío estilete de las aguas; y desde entonces, el Olonés, que solo pensaba en los tesoros que podía obtener en las batallas, no era capaz de poner freno a los suspiros y tenía el horizonte tatuado en la mirada, pensando día y noche en aquella que a mansalva, la calma le robara... Soñaba el Olonés, - y es cosa que se calla -, que el alma de un pirata que piensa en el amor, camina por la tabla... Cercado y perseguido por naves de todas las armadas, el Olonés fue hecho prisionero y condenado a morir en la horca, a la primera luz del alba. Camino del cadalso, lleno de...

Cuentos de pescadores y piratas, son los que se oyen por las noches, en la playa; historias que lo mismo pueden ser de amores, o narraciones feroces de batallas, complejos relatos marinos de estrategia o cadenciosos ingenios dedicados a la luna, que cobijan las murallas, cuentos de pescadores o piratas, fraguados para sorprender la buena fe del que escucha, o despertar la admiración por quien relata; cuentos de pescadores, que es decir dulces embustes, o de piratas, que lo mismo son ardides que se cantan; cuentos que destacan la habilidad de la vejez, y que entretienen las inquietudes de la infancia; cuentos que pierden época y patria, en los que el nombre del autor se extravía en la garganta... Cuentos que se acompañan con guitarras y se reseñan entre lágrimas, cuentos que nos emocionan y entusiasman, son los de pescadores y piratas, auténticas joyas, verdaderas alhajas, filigrana del lenguaje, no importa que sea falsa...

La luna, llena de alegría, parece que baila sobre la bahía, las estrellas cantan una melodía a doble garganta, que dibuja una sonrisa en la estrecha garita y las viejas murallas; el tráfago, en las calles empedradas, se suaviza cuando la noche avanza; y tal parece, que hasta la canora brisa barcarolas canta, en voz gradualmente baja, mientras con cansina rima de antigua marina, se mece en su hamaca. la ciudad pronto se adormila con suave cachaza y en las aguas mansas, que bañan la playa con gentil porfía, sigue con su loca danza, una brava luna que firme vigila desde los baluartes, el mar, donde singular transita la sombra y la esbelta figura, de un barco pirata...

Con ramitas y piedrecillas, con trinos y rayos de luna, con girones de sol y fascículos de noche, con un par de copas de vino, con valses y boleros, con películas y libros, con palabras y caricias, con paciencia y con cariño, voy a hacerte el amor con la misma laboriosidad con que se construye un nido...