Divagando
La luna zambulle un suspiro hasta tu boca, como guitarra, la luna vibra; y lanza por la noche, azules notas. La luna es infantil y divertida como copla, marcial marcha por el cielo; y su paso, es una danza que redobla. La luna como una Magdalena sufre y llora su frágil realidad, su eterea redondez de limpia pompa de jabón; la luna explota y grita pirotecnia con sus rayos como loca. Dicen que hay que tener mucha paciencia con su caso y con sus cosas, ¡Qué pena me da la pobre luna!, ¡Está tan sola...!