Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2015

Ardua Labor

A Malusa Dice ser tan simple como el agua y su sonrisa es tan tersa, como dulce su mirada; dice ser sencilla y solitaria, como esas flores, que solo de noche, abren sus pétalos y prodigan su fragancia; dice ser asidua practicante de la magia, de sus ojos brotan conjuros y derraman hechizos sus palabras; dicen que se ocultan mil ardides en su falda, que en su cuerpo se insinúan, armonías de guitarra; Dice ser incrédula y escéptica, por tantas historias de amor fallidas, y sin embargo, anhela escuchar la fábula que le devuelva la fe; una labor muy ardua. Dice ser la víctima de no saber amar, como se ama; es por eso, que hoy espera un amor de los que logran sacudir con fuerza el alma; Dice que rebosa su existencia, de esperanza y envuelta de emoción, espera probar con ansia, que este es, por fin, aquel que en sus insomnios aguardaba

Tejiendo Teje Tejedor

Tejiendo teje tejedor, que no se canse nunca tu par de agujas de tejer tu portentosa red de sueños y de afanes. Tejiendo teje tejedor, que nunca es tarde, para mostrar al mundo que tu fe y tu valor, son incansables. Tejiendo teje tejedor, que nunca pare tu magia de extender su ímpetu y amor por todas partes. Tejiendo teje tejedor, que no te alcance la pena en tu labor, como el dolor que causa el huso al lastimarte. Tejiendo teje tejedor, que nunca acabe el dulce ritmo que lleva tu canción al arrullar un corazón de chocolate

Malusa

Eres la luz que ilumina como el rayo, el ancho panorama de mi cielo; eso eres tú, la fuerza creadora que da vida, capaz de revivir lo que había muerto. Eres la luz que me confirma, que toda espera tiene un término, que la ilusión existe; y es el ingrediente principal que va en los sueños. Eres la luz que me bendice, con su mensaje de paz y de perdón que me recuerda: Dios es bueno, eres la luz que se derrama como el sol, bañando mi corazón, mi alma y mi cuerpo. Eres la luz que me reitera que el amor, es una abstracta construcción que se edifica cada día, beso a beso...

La Vecina

Tenía una sonrisa clara la vecina, una cintura breve y apariencia tan desvalida; tenía piernas de infarto la vecina, una mirada dulce y una sonrisa muy colorida; tenía sangre en el alma la vecina, la confianza rota y la voluntad perdida; tenía miedo de todo la vecina, sufría mucho de insomnio, al cielo un amor pedía; Llegó un día a mi vida la vecina, yo le brindé esperanza y cerré con besos sus heridas; mentía muy fácilmente la vecina, falsificaba promesas, los juramentos fingía; me hizo pedazos los sentimientos la vecina, con su silueta sinuosa, con sus traidoras falditas; Oraba con fervor por la vecina, pero después de tan artera intriga, yo, que le rogaba a Dios que la cuidara, hoy le exijo al Señor que la maldiga...

Las Mujeres de mi Vida

Las mujeres de mi vida, no han llegado de entrada por salida, han marcado su presencia con amor, con sangre y tinta. Las mujeres de mi vida, no han estado junto a mi, por simple causa fortuita: han dejado alegrías y sonetos, obsesiones, maravillas, la nostalgia de su ausencia y la impronta de su risa, que por cierto, dejaron tatuada en mis costillas. Las mujeres de mi vida, iluminaron mis noches, oscurecieron mis días, han secado mi llanto y llovido de alegría, han gestado mil proezas e insinuado hasta mi ruina. Las mujeres de mi vida, siempre audaces, todas lindas, han sido unas, mensajes muy obvios y otras, señales furtivas, han dado causas y afanes a todas mis luchas y a mis ansias, sus voces pacíficas; han lucido unas, mucha calma y mostrado otras, tanta prisa; unas han sido terrestres y otras fueron marinas, tuvieron todas las bocas llenas de magia y las pieles repletas de sortilegios y enigmas. Las mujeres de mi vida, me han dejado sus recuerdos,

Cambio de Giro

Si ves a una bruja junto a un perol, que no te mate de la impresión, que no te asuste el turbio hedor de alimañas hechas poción, al fin y al cabo, también las brujas pese a su humor, tienen un alma y un corazón; y aunque presuman ser muy malvadas, de lo peor, no hay que confiarse de sus jactancias, es puro blof, aunque amenacen con transformarte en roedor; y fulminarte al endilgarte su maldición, no hay que hacer caso, se sienten solas y su temor es no encontrarse en el camino nunca el amor, después de todo, ninguna bruja que sepa yo, desdeñaría por necia y terca, la ocasión, de dedicarse si está en sus manos, a algo mejor, cambiar de giro y en vez de hechizos y aquelarres llenos de horror, tal vez le llame más la atención, algún oficio u ocupación que le permita tener un sueño reparador, a fin de cuentas, es un prodigio sin duda alguna conmovedor, ver a una bruja dejar la escoba en un rincón y trocar al sapo de un pase mágico r

El Verde de tus Ojos

Tiemblan de verde tus ojos como uvas evadidas del otoño... Y el verde de tus ojos, fue invadiendo con sigilo la totalidad del panorama, con la seguridad de una explosión; con la constancia de la vida que crece entre los árboles y se extiende entre sus ramas... y el verde de tus ojos estalló como granada; con ese efecto letal que te cautiva; te domina y anonada... Y el verde de tus ojos, de pronto propagó su tibia teoría de amor, de poesía y magia; y todos cayeron a tus pies con la certera predicción de una gitana... El verde de tus ojos, es un profundo surtidor que atrapa con solo sumergirse en la tonalidad que hay en sus aguas; y sin más que una mirada; el verde de tus ojos, lo mismo resucita o mata...

Buenaventura

Cuéntame la buenaventura, gitana dime que sucedidos se ciernen sobre mi palma... Léeme la baraja española y enséñame que desamores me aguardan, que tropiezos se aproximan, que batallas se ven en lontananza... Pregunta a tu sabia bola mágica si debo ceder al embrujo de la playa, al influjo de las olas, al poder de una mirada... Dime que suerte me espera, gitana si debo seguir creyendo en los duendes y las hadas, si debo seguir soñando y mantener terco mi fe contra toda esperanza... Dime ya pues mi destino, gitana prometo no evadirlo hayan risas o hayan lágrimas... 

Todo Empezó en Domingo

Todo empezó en domingo, cuando llegaron tus ojos sin permiso, el cielo se despejó de dudas y cantaron al amor alados trinos Todo empezó en domingo, cuando tu boca resolvió el silogismo, subiste al desván con tus tristezas y platicamos por dos horas del olvido. Todo empezó en domingo, cuando las pieles encontraron el camino, la noche se desvistió a toda prisa; y compartimos a besos una cobija y una botella, que nos quitaron pronto el frío. Todo empezó en domingo, cuando quisimos escribir un cuento sin final, entre comillas y suspiros, con visibles signos de admiración; y decidimos, que de haber puntos, no fueran de aparte, sino tan solo suspensivos...