Manitas
Las manitas de mi hijo, inquietas como chispas, zumbando como moscos, transforman mis insomnios en caricias, que no es poco... Las manitas de mi hijo, frescas como la brisa, cálidas como el trópico, desatan en mi rostro la sonrisa, jugando balero o trompo. Las manitas de mi hijo, que siempre tienen prisa, que quieren saber como se hacen y deshacen las cosas en la vida, me pueden volver loco... Las manitas de mi hijo, que nunca son muy limpias, pues aman agua y lodo, ahuyentan melancolías trazando en el aire monstruos. Las manitas de mi hijo, testimonio de mi dicha, mensajeras del asombro, me sanan sin cirugías, me tocan y curan todo...