Tú, que me dictas lo que transcribo, dime, Dios mío, ¿a quién le escribo?, ¿a quién le escribo? Tú, que en mi alma lees como en un libro, o lo adivinas, que es lo mismo; ¿a quién le escribo? ¿a quién le escribo? Si te has llevado, lo que era mío; y la dejaste en una fosa muerta de frío, ¿a quién le escribo? ¿a quién le escribo? Si hoy mi patria pega de gritos, adolorida por las ruindades de lo políticos ¿a quién le escribo?, ¿a quién le escribo? Si entro a un templo y me persigno, pronto me acuerdo que a nadie has puesto del lado mío, en llanto ardiente me crucifico, cuando recuerdo que me quitaste lo más querido; y por más que intento, nunca lo olvido; ¿a quién le escribo?, ¿a quién le escribo? Si me arrodillo, el crucifijo cierra los ojos a las plegarias que le dirijo; y me musita a los oídos que el tiempo pasa; y con los años, se irá mi hijo... ¿a quién le escribo?, ¿a quién le escribo? Si me has negado el amor, si me resisto al pla