Día del Niño
Hijo mío, te he amado en mis ayeres, desde que eras solo una idea más en mi mente, Antes de concebirte posible, antes de conocerte. Te he amado y te amo, desde mis puestas de sol y mis amaneceres; desde mis noches de tristeza, también incluso en mis reveses. Te he amado, porque creo que puedes superarme; es más, opino que hasta debes enseñarme como el amor te perfecciona, como la vida te corrige, de modo permanente. Te he amado a pesar de mis fracasos, de mis debilidades y aún de mis defectos, qué no se si tú comprendes, porque te amo con amor eterno, con un amor constante y consistente, que resiste la lluvia y es a prueba de fuego; capaz de superar la misma muerte. Porque tu eres lo mejor de mi, eres mi luz, y mi esperanza, el sol de mi futuro y mi simiente. Te amo hijo mío, porque eres parte de mi mismo, mi niño de ayer, de hoy y de siempre...