PANORAMA EMERITENSE

En el azul intenso  de la tarde,  estas tú,  como la luz,  que incandescente arde en el grisú. En el azul intenso  de los mares,  estás tú,  como un bajel pirata,  que de Ormuz,  viaja con velas desplegadas,  hacia el sur.  En el azul de tus pupilas de tisú,  hallo el caudal que identifica,  una cruz.  En el azul certero de posibilidades del menú,  tu cuerpo muestra  la flexible constancia del bambú; y con azul deleite de festines y ambigú,  tus besos saben dulces,  como naranjas del Perú. En el azul pecado del tabú,  está tu piel,  que se percibe,  con tersura sutil,  de canesú.  En el azul que gira del vermut,  está tu voz,  está tu risa,  están tus piernas  que me embriagan,  como tú...  Jacobo Niebla 

El cielo se encapota,  se viste de gris,  de llanto,  de lluvia,  de hastío...  El cielo se muestra furioso y lanza relampagos; insultos y gritos,  desquita su ira soltando vientos a cántaros,  su humor sabe agrio,  a conflicto...  El cielo se mira cambiado; no tiene el azul apacible de siempre: se nota distinto.  Las nubes parecen puñales,  relumbra su filo... Y claro,  el alma se agita,  tirita y cae al vacío.  No tiene el cielo,  el rostro bondadoso que habitualmente tanto gusta a los niños.  Su ánimo no es el mismo,  gruñe y maldice gota a gota; su voz es un escalofrío...  ¿Quién no siente congelarse de miedo,  con el mal humor de este cielo,  tan frío? Jacobo Niebla

La ausencia es la más triste despedida,  el llanto es el caudal que nos mantiene con lluvias en secreto, suspendidas con turbios oropeles, en la mente La ausencia por amarga suena a canto que tiembla y que crepita, que nos duele, que abjura de la luz y grita a ratos como una tempestad de sangre y nieve La ausencia es por demás una salida, que lleva a los confines de la muerte tan cruel y tan atroz, como una criba que traspasa la voz y que nos hiere.  Te dejaré en la piel, viejas caricias los juegos del amor, que juegas siempre. Jacobo Niebla 

Haces números, cálculos difíciles, piensas en trabajo, escribes... En tus manos, las cifras impersonales cobran vida, adquieren sentido, carácter humano... Sigues escribiendo luminosa, linda, sin descanso; y en tu sonrisa laboriosa, por milagro, el amor eleva su potencia al cuadrado... Jacobo Niebla