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Mostrando entradas de mayo, 2014

Siempre La Lluvia

Por alguna rara causa, siempre la lluvia, me llena de cierta ternura inaudita y también de tristeza inoportuna. Por alguna razón, siempre la lluvia, genera en mi alma, añoranzas y fracturas, me hace inmune a los sueños, abrigados antaño y propenso a la duda. Por alguna causa, puede la lluvia, inundarme de nostalgias y poner en mis palabras, voces oscuras, que brindan por la noche, el deseo y por la luna. Por algún motivo, trae la lluvia, una ruta a la melancolía, insistente y segura, que resbala por mis ojos, por mis dedos y mi nuca. Por alguna razón, siempre la lluvia, asegura una tonada triste en mi guitarra, que se emborracha de huapangos y lujuria. Por alguna razón, cae la lluvia y su fluir, tenue vislumbra, el eco de tu ausencia de mi cama, que te invoca, fría y desnuda...

De Puntillas

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De puntillas,  de pronto saltas  y te sumerges en la cama;  de puntillas,  escancias el licor de tu oceánica mirada:  de puntillas,  saludas, sonríes, también besas  y hasta abrazas;  de puntillas,  sorprendes con las cosas  que se cuentan con palabras;  de puntillas,  deslizan tus tacones su cadencia  por todo el pentagrama;  de puntillas,  dibujas mil poliedros  con tus giros cuando bailas, de puntillas alcanzas el amor  y la lata de galletas,  no necesitas ser más alta...

A Hurtadillas

Hoy quiero amarte a hurtadillas, con guiños subrepticios y caricias furtivas, con un corazón que omita tu nombre de su lista de seres para amar; como quien extravía una hora o un soneto de su vida... Hoy quiero amarte a hurtadillas, con besos en silencio y retornos sin sonrisas; con llantos sin suspiros e insomnios a escondidas... Hoy quiero amarte a hurtadillas, sin medias muertes ni excepciones, con esas frases que aniquilan y dicen: basta, hasta aquí llegamos, demos este amor por cosa completamente concluida...

Algarabía (Variaciones Sobre Un Mismo Tema)

A Temar... En la rebambaramba de la vida, a nuestro ánimo llegan fugaces como ángeles, tanto penas como alegrías, que dejan en el corazón idéntica proporción de recuerdos memorables y secuelas: Las penas, sus cicatrices visibles en nuestras lágrimas y añoranzas, en tanto que la alegría, es una extraña asonada de la mirada, que se traduce en el poema, en un orgasmo de la palabra, con despiadada algarabía...